¿QUE PODEMOS ESPERAR PARA EL DIA DESPUES DE LA CRISIS?



Hoy es día 19 de Febrero de 2013. Es demoledora la imagen que queda de mi País tras escuchar un boletín de noticias. La corrupción asoma transversalmente en todas las Instituciones del Estado, desde la mismísima monarquía, pasando por el partido gobernante y su supuesta financiación ilegal, el principal partido de la oposición también afectado por algún caso, varios gobiernos autonómicos: catalán, andaluz, valenciano, madrileño..., implicados en casos sometidos a investigación de jueces y fiscales, llegando finalmente hasta el Ayuntamiento de mi Ciudad, Santiago de Compostela (y no es la única...), con su Alcalde imputado junto con varios de sus concejales por ser sospechosos de haber cometido delito. Ahora incluso aparecen empresas que espían a partidos políticos supuestamente contratadas por otro partido político, porque como parece ser que todavía no tienen suficiente mierda del adversario para acabar con el, pues hay que buscar mas para cargar la caldera.
Políticos implicados junto con empresarios que han obtenido beneficios a cambio de sus dádivas, banqueros que vaciaron las arcas de sus empresas a las que han llevado a la quiebra o situado al borde le la misma, mientras ellos se procuraban cuantiosas jubilaciones, algún que otro juez dado a disfrutar de una vida de lujo fuera del alcance de su salario, y así se van añadiendo con cada nueva investigación, nuevas personas e instituciones afectadas por esta peste, dando la sensación de que nuestra Sociedad está gravemente enferma afectada por un proceso infeccioso generalizado que se va extendiendo de órgano en órgano invadiéndolo todo y arrasando con todo el tejido social sano de este País, sin que se vea que se está aplicando alguna medida terapéutica que ataje esta invasión de podredumbre.

Los partidos políticos echándose su mierda los unos a los otros sin aportar ni una sola solución, como si el haber sido parte fundamental del problema les impidiera aportarla, el partido gobernante, entre tanto, a lo suyo que es, el incumplimiento pertinaz y continuado de sus promesas electorales, haciendo justo lo contrario de lo escrito en su programa electoral, y desmontando todos los avances, derechos y beneficios sociales sociales alcanzados en los últimos 80 años, con la consecuencia de tener que atribuir a este Gobierno del PP el éxito de alcanzar la cifra de seis millones de parados, de la destrucción de miles de empresas, de haber hipotecado el futuro de nuestro País por segar justo por encima de la raíz los presupuestos de educación, investigación y desarrollo de nuevos proyectos industriales, cultura, sanidad, etc., provocando unos efectos que nos harán retroceder décadas con respecto a los países de nuestro entorno y aún mas respecto de los emergentes.

Y en el medio de toda esta mierda, los Ciudadanos que ya no pueden soportar tanta pestilencia aun tapándose la nariz. Esto va a acabar mal, me temo. Pienso que está la situación muy cerca del límite, y que si se le mete algo mas de aire al globo, este terminará estallando.

Mañana tendrá lugar el Debate sobre el estado de la Nación. La Ciudadanía tendrá los ojos y los oídos pegados al televisor escuchando atentamente lo que en el Congreso de los Diputados digan Gobierno y Oposición, y mas vale que de este Debate salgan las soluciones pertinentes para sacar al País de esta situación de emergencia. Si no es así, sabremos entonces que el año 2013 será otro año perdido, en el que la situación del País continuará profundizando su deterioro y sus Ciudadanos seguirán engrosando las filas de la pobreza. Veremos entonces cuanto tiempo pasa hasta que ocurra un estallido social.

Transcribo un artículo de Concha Caballero en el que la autora dibuja un paisaje, mas realista que imaginario, en el que se puede contemplar como queda España tras la profunda reforma a la que fue sometida tras un año de gobierno del Partido Popular a base de Decretos Ley, e incumpliendo todas y cada una de las promesas que hicieron a los Españoles y por las cuales fueron elegidos para dirigir nuestro destino conforme esas promesas fueron hechas.

Este es el engaño mas grande hecho a un País a lo largo de la historia. Señalarle un camino, para después caminar en sentido contrario. Dibujarle un paisaje idílico, para después hacerle vivir en un entorno ruinoso. Lo primero es lo que nos prometieron. Lo segundo es lo que tenemos y nos han dado.

Y aun querrán que los volvamos a votar. Veréis que pronto vuelven a pedirlo.

EL DIA EN QUE ACABO LA CRISIS. CUANDO TERMINE LA RECESION, HABREMOS PERDIDO 30 AÑOS EN DERECHOS Y SALARIOS.


POR CONCHA CABALLERO

Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.

Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.

Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado.

Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis.

Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado.

Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque , bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.

De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.

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