Los políticos y sus mayordomos pagados con fondos públicos
La revista digital Un Espía en el Congreso publica un artículo en el que cuenta como algunos de los políticos mas relevantes de este País han disfrutado de los servicios de un mayordomo contratado con cargo al dinero público, señalando en particular el caso del actual embajador de España en Londres como uno de los actuales beneficiarios de dicho servicio, con un coste de 27.000 € anuales para el Erario Público.
Que Larry Ellis se haya comprado un yate de 200 millones de Euros, pues me parece bien, porque los tiene y son de el, se los ha ganado antes. Que Samuel Eto´o se haya gastado 4,8 millones de euros en cuatro coches nada mas llegar a Gran Bretaña, pues allá el lo que hace con su dinero. Es suyo, y también se lo ha ganado honradamente con su trabajo, y tanto en su caso como en el de Larry Ellis están manejando recursos propios.
Pero como en el caso que nos ocupa y,
Considerando que los servicios de un mayordomo no tienen impronta en el servicio que un embajador debe de prestar a su País.
Considerando a la vez que si dichos servicios son necesarios para la atención de su persona, y que esta gana dinero suficiente para costeárselos de su pecunio particular, pues que se los pague él.
Considerando de como persona muy viajada sabe prepararse una maleta y no necesita de un sueldo para que se lo hagan.
Considerando finalmente que no se deben de usar los fondos públicos para estos menesteres.
Pues pienso que debe de ponerse a la sombra durante una buena temporada, en la cual debería pensar que con ese dinero se puede ayudar a unos pocos estudiantes a continuar con sus estudios dándoselo a estos en forma de becas. Y este es un único ejemplo de los miles que se pueden poner como alternativa a este gasto.
Considerando que los servicios de un mayordomo no tienen impronta en el servicio que un embajador debe de prestar a su País.
Considerando a la vez que si dichos servicios son necesarios para la atención de su persona, y que esta gana dinero suficiente para costeárselos de su pecunio particular, pues que se los pague él.
Considerando de como persona muy viajada sabe prepararse una maleta y no necesita de un sueldo para que se lo hagan.
Considerando finalmente que no se deben de usar los fondos públicos para estos menesteres.
Pues pienso que debe de ponerse a la sombra durante una buena temporada, en la cual debería pensar que con ese dinero se puede ayudar a unos pocos estudiantes a continuar con sus estudios dándoselo a estos en forma de becas. Y este es un único ejemplo de los miles que se pueden poner como alternativa a este gasto.
Trillo no esta solo. Los políticos españoles que usaron mayordomos privados con dinero público.
El embajador Federico Trillo necesita un mayordomo privado y lo paga con los impuestos de los contribuyentes. No es el único: presidentes de las cámaras, ministros que usaron la “residencia oficial” del Ministerio y una gran mayoría de embajadores de España en el exterior tienen mayordomo. También una parte de los alcaldes de las grandes ciudades se resisten a prescindir de tan lustrosa figura. Al menos una decena de políticos han usado los servicios de un mayordomo con dinero público y tenemos los nombres.
Además de su oneroso salario para tan ineficaz desempeño, como se comprobó con la crisis de Gibraltar, a Federico Trillo los españoles le pagarán 27.000 euros para satisfacer su último capricho: un mayordomo para su residencia en Londres, ya que el ex ministro y ex presidente del Congreso, aunque es de oficio abogado y militar, ahora ocupa plaza de diplomático sin serlo. Son las célebres promiscuidades de la política española, donde los partidos lo invaden todo.
Pocos saben que los empobrecidos contribuyentes en España pagan mayordomo a casi todos los embajadores en el extranjero y que incluso el presidente del Congreso y el del Senado tenían también mayordomo con cargo al erario público cuando disfrutaban de una espléndida residencia en las calles Casado del Alisal 6 (detrás del Museo del Prado) y un chalet de tres plantas en la calle Pastor (zona de los colegios mayores de Moncloa).
Al menos otros 3 políticos utilizaron mayordomo privado con dinero público: los socialistas Manuel Marín y José Bono y la diputada del PP, Luisa Fernanda Rudi, cuando todos ellos llegaban a la Carrera de San Jerónimo desde su lujosa “residencia oficial” e invitaban a sus aduladores a fastuosas cenas o almuerzos servidos con guante blanco por el mayordomo. Aún hoy, al haberse privatizado el servicio de “mayordomo”, el Congreso de los Diputados paga esa función al presidente Jesús Posada en su propia residencia, según recoge el pliego de condiciones del servicio en su cláusula sexta.
Cuando ocupaba la presidencia de la Cámara Baja, Federico Trillo también tenía mayordomo con sueldo público. De ahí le viene la necesidad, aunque el dispendio lo instauraron los socialistas Félix Pons y Juan José Laborda en 1989 cuando ambos, en un arrebato de despilfarro, decidieron que los presidente de ambas cámaras debían tener “residencia oficial” en las zonas más lujosas de Madrid.
También usaron “residencia oficial” y disfrutaron de mayordomo los senadores del PP Juan Ignacio Barrero, Juan José Lucas y Esperanza Aguirre, junto con el socialista Francisco Javier Rojo. Requirieron sus servicios en el lujoso chalet “público” de la madrileña calle Pastor y con deleite y discreción se entregaron a sus comodidades.
Hoy ambas “residencias oficiales” están cerradas, pero los contribuyentes seguimos pagando luz, agua, calefacción, basura, etc… porque Jesús Posada y Pío García Escudero han decidido que se sufrague el “mantenimiento”, aunque carezcan de uso. Un despilfarro más que nadie ataja porque, entre otras cosas, ningún diputado o senador se ha interesado por controlar los Presupuestos de las cámaras, lo consideran “pecata minuta”.
Otro político que utilizó “mayordomo” a costa del dinero de los demás es el actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que lo contrató bajo la figura de “asistente ceremonial” cuando era alcalde de Madrid. Se llamaba Antonio Jesús y cobraba 37.000 euros anuales, unos 3.150 euros al mes. Antes que Antonio Jesús, el ministro Gallardón también contrató a Ramón, “maitre” del Asador Donostiarra, para ejercer la misma función.
También contrató a su “mayordomo” privado con dinero público el ministro socialista de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. El dirigente socialista prefirió llamarle “coordinador de equipo de restauración”. De momento el puesto no se ha amortizado, lo que hace pensar que el ministro José Manuel García Margallo también está usando sus servicios, aunque esto último sigue siendo otro de los “secretos de Estado” a los que ninguna “ley de transparencia” puede hacer frente: son los privilegios medievales que un país en bancarrota y endeudado hasta las cejas debe soportar por parte de quienes lo han llevado al precipicio.
Fuentes: Un espía en el Congreso
Fuentes: Un espía en el Congreso
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