Europa no es como Holanda y Alemania quieren que sea. Europa es mucho mas.

Mark Rutte

Para que se entere Mark Rutte, Primer Ministro del Gobierno Holandés. Que se lea despacito la columna de Manuel Vicent que hoy publica el Diario El Pais y que suscribo de pe a pa. Ya quisiera  este impresentable tener un pueblo como el nuestro, una historia como la nuestra, un Patrimonio como el nuestro, un clima como el nuestro, una naturaleza como la nuestra, y unos valores como los nuestros. Lo que hay es mucha envidia en el, porque se que los holandeses no opinan igual,  y que siempre serán bienvenidos cuando vengan a disfrutar de nuestras playas, de nuestro clima de nuestro paisajes, de nuestros museos, de nuestra gastronomía, de nuestra alegría, de nuestros vinos. Y cuando dentro de unas décadas y por culpa del deshielo y del cambio climático les suba el nivel del mar y no lo puedan contener con sus diques, y se les inunde el País (y por desgracia ese día llegará al ritmo que llevamos), pues aquí estará la Península Ibérica y sus habitantes para ayudar en lo que se pueda, pues somos y siempre hemos sido un pueblo solidario y generoso. No podríamos  ser tan insolidarios como este personaje, y cobrarle la factura a su País con la misma moneda, la del daño económico, boicoteando sus preciosos tulipanes y su mercado de flores, sus industrias lácteas, sus cervezas  Heineken o Amstel, sacar nuestro dinero del Banco ING, o rechazando los productos electrónicos de Philips por citar algunas de las empresas y marcas mas conocidas. 

Pero no lo vamos a hacer. Yo me seguiré afeitando con Philips porque lo vengo haciendo desde que me crece la barba y viendo la Tele en una Philips porque tiene Ambilight, continuaré disfrutando de sus quesos porque me gustan, y no compraré sus cervezas, ni su leche, ni cambiaré mi cuenta en el Banco, porque la leche gallega es mejor que la holandesa, la cerveza Estrella de Galicia le da 20 vueltas a la holandesa, y mi banco me da buenos servicios financieros e ING no me hace ninguna falta. Por lo demás, tan amiguiños como siempre. Tápese la boca Señor Primer Ministro cuando hable de Europa, porque Europa también somos los Italianos, Portugueses y Españoles. Les dejo con lo que Manuel Vicent escribió en su columna de El País.

LÍDERES

Por Manuel Vicent

Por organismos internacionales de toda solvencia España ha sido declarado el mejor país del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el más seguro para viajar solos sin peligro por todo su territorio. Según The Economist, nuestro nivel democrático está muy por encima de Bélgica, Francia e Italia. Pese al masoquismo antropológico de los españoles, este país es líder mundial en donación y trasplantes de órganos, en fecundación asistida, en sistemas de detección precoz del cáncer, en protección sanitaria universal gratuita, en esperanza de vida solo detrás de Japón, en robótica social, en energía eólica, en producción editorial, en conservación marítima, en tratamiento de aguas, en energías limpias, en playas con bandera azul, en construcción de grandes infraestructuras ferroviarias de alta velocidad y en una empresa textil que se estudia en todas las escuelas de negocios del extranjero. Y encima para celebrarlo tenemos la segunda mejor cocina del mundo.

Frente a la agresividad que rezuman los telediarios, España es el país de menor violencia de género en Europa, muy por detrás de las socialmente envidiadas Finlandia, Francia, Dinamarca o Suecia; el tercero con menos asesinatos por 100.000 habitantes, y junto con Italia el de menor tasa de suicidios. Dejando aparte la historia, el clima y el paisaje, las fiestas, el folklore y el arte cuya riqueza es evidente, España posee una de las lenguas más poderosas, más habladas y estudiadas del planeta y es el tercer país, según la Unesco, por patrimonio universal detrás de Italia y China.

Todo esto demuestra que en realidad existen dos Españas, no la de derechas o de izquierdas, sino la de los políticos nefastos y líderes de opinión bocazas que gritan, crispan, se insultan y chapotean en el estercolero y la de los ciudadanos con talento que cumplen con su deber, trabajan y callan.