¿Polarizada yo? ¡Polarizado tu!
La periodista Ana Pastor |
Por Luis Domenech
Con este titular como arranque, el pasado Domingo me entraba en el correo una newsletter de Newtral, la empresa que fundó la periodista Ana Pastor en 2018 y de la cual además de ser su directora, es la única accionista.
Bien, pues en su nota firmada por Paula Guisado, se hace la pregunta de que es lo que nos divide actualmente, a los españoles supongo. Pues basándose en un informe de Luis Miller escrito para Esade, viene a decir que "las identidades dividen más a la opinión pública que las políticas concretas. Esto abre la puerta a posibles soluciones: si lo que nos polariza no son cuestiones concretas como la sanidad universal o la reducción de impuestos, sino factores identitarios como ser de izquierdas o de derechas, la tensión se podría rebajar poniendo el foco en las políticas en lugar de en los políticos, los partidos y la ideología".
La primera frase es demoledora: la culpa de todo la tienen las identidades, las políticas concretas no parecen tenerla para Paula Guisado y Ana Pastor periodista y directora (No confundir con Ana Pastor, Médica y Diputada).
Harto de ver tertulias de políticos-expertos-periodistas y bocazas varios, en tertulias en las que se posibilita y se busca la polarización entre los presentes para propiciar la gresca y la disputa verbal, con muy mala educación por cierto, debería Ana Pastor citar a su gremio como uno de los mayores causantes de la polarización del Pais,un mal al que contribuyen en buena manera, tanto ella en sus debates, como su marido Antonio García Ferreras en su tertulia de Al Rojo Vivo de la Sexta.
Estuve viendo la entrevista que en su último programa El Objetivo le hizo a Inés Arrimadas, Ana Pastor periodista, y dejando a un lado la agresividad que muestra con sus invitados cuando las respuestas de estos a sus preguntas no suenan como ella espera, su tendenciosidad se manifiesta con meridiana claridad en un sentido o en otro según el color político del entrevistado. Mayor agresividad ante los azules, y mayor dulzura ante los rojos, en ambos casos siempre en función de su gradación colorimétrica, dándose además la circunstancia de que la mejor evidencia de lo que digo se encuentra en su propio lenguaje corporal que no puede esconder. Poco le faltó a Ana Pastor periodista en la entrevista a Inés Arrimadas para saltar al otro lado de la mesa, dada su fuerte inclinación hacia adelante, y su acerada y fría mirada que corta como un cuchillo. Menos mal que Arrimadas no se arredra ante nadie y enfrentó la entrevista con valentía saliéndose con la suya respondiendo a las preguntas con lo que quería responder, y no con lo que Ana Pastor quería que dijera. Fué la entrevista como uno de los partidos de final de torneo entre Djokovic y Rafa Nadal, que los dos se las tienen tiesas en cada partido, pues ambos son luchadores y a ninguno le gusta ceder un palmo de terreno.
El caso es que Ana Pastor periodista debería de aplicarse el cuento en sus programas y empresas, y preguntarse ella como todos los periodistas que ejercen su oficio, sobre cuanto contribuye cada uno de ellos a la polarización del país y de la sociedad española. Y si resulta que llegan a la conclusión de que si hacen su aportación a esta polarización, pues deberían de evitarlo en lo posible, pues a los españoles polarizados nos encanta darnos de leches con los del otro polo, y a la historia me remito.
La Newsletter original se puede leer en Newtral. La Vida Normal
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