Alcoa: localización y deslocalización empresarial


Protestas de trabajadores de Alcoa en A Coruña. Shutterstock
Miguel González Loureiro, Universidade de Vigo

Este jueves se acaba de anunciar el fallo del Tribunal Supremo de Xustiza de Galicia que declara nulo el ERE presentado el 10 de octubre de 2020 por la corporación estadounidense Alcoa para los 524 trabajadores de su planta de aluminio de San Cibrao, en Lugo.

Esa decisión viene precedida de la negativa de Alcoa a negociar la venta de la planta a la multinacional británica Liberty House, que también optó a las fábricas de Avilés y A Coruña, en las que también había desinvertido Alcoa.

En su fallo, el tribunal aprecia mala fe por parte de Alcoa durante las negociaciones y señala que su fin último era el de cerrar la planta de la manera más rentable.

Los altos costes energéticos fueron una de las razones argüidas por la empresa para el despido de los trabajadores y la decisión de hibernar de las cubas de producción del aluminio. Pero precisamente el día anterior a este fallo, el Gobierno aprobó mediante un Real Decreto el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos, con el que se busca aumentar la competitividad de la industria en España al rebajar sus costes de producción.

La planta de San Cibrao

La inversión inicial de la planta de San Cibrao fue, hace 40 años, de unos 570 millones de euros. Actualizados en base al IPC serían casi 2 900 millones de euros de 2020. Aunque este no tiene por qué ser el valor contable actual, queda claro que esta industria es muy intensiva en capital.

En ella se integran dos procesos: la producción de alúmina y la de aluminio primario (con el que proveen a fabricantes de envases para conservas, blísteres para medicamentos, entre otros).

La demanda mundial de estos productos ha aumentado a un ritmo similar al de la capacidad de la fábrica, que ha triplicado su producción inicial hasta llegar a los 60 millones de toneladas anuales.

No obstante, la competencia también ha crecido, especialmente la de China, que en los últimos cinco años ha aumentado su capacidad productiva en más de un 35%.

¿En qué se basan las grandes corporaciones para tomar decisiones de inversión?

Las empresas multinacionales compiten globalmente y toman sus decisiones de (des)inversión en base a los atractivos que ofrece la localización y en función del para qué.

Si buscan acceso a materias primas y esto es fuente de ventaja competitiva, tenderán a entrar bajo formas basadas en la propiedad-control. En las inversiones productivas predomina el análisis coste-beneficio, además de razones estratégicas de posicionamiento en los mercados.

Luego está la gestión de la corporación y sus subsidiarias. La multinacional será más exitosa cuanto mejor gestione y coordine el mercado interno de financiación. Es decir, según su capacidad para conseguir recursos financieros baratos en la localización más ventajosa para invertir donde sea necesario.

También es clave la gestión del portafolio de negocios. Algo que saben muy bien los directores industriales de las multinacionales es que su primer enemigo está dentro: se compite contra otras plantas dentro de la corporación por captar inversiones y actividad.

Análisis de la empresa

Alcoa es uno de los líderes mundiales en la minería de bauxita, y la producción de alúmina y de aluminio primario.

En todos sus negocios compite en costes ya que sus productos son difícilmente diferenciables al tratarse de materias primas (commodities), que sirven de suministro a otras industrias. El mercado es sensible al precio y la competencia por ganar cuota a nivel mundial es feroz.

Aunque la descarbonización es un gran reto que requiere de I+D+i, Alcoa apenas invierte, de media, el 0,25% de sus ventas anuales: 2 400 millones de dólares. El coste de la energía tiene un peso relevante en sus costes, a lo que se añade lo que debe pagar al fisco por emisiones de CO₂.

Por otro lado, está la dura competencia de las empresas chinas y su estrategia de dumping, alentada por las subvenciones encubiertas de su Gobierno, que tergiversan los precios a nivel mundial.

Además, está muy expuesta a los tipos de cambio. Alcoa vende en dólares, mientras que los costes se nominan en moneda local. En producción de aluminio primario hay un exceso de producción mundial, y algo menos en alúmina y bauxita.

Maximizando el beneficio de la cartera de negocios

En este contexto, ¿cómo es posible ganar dinero? La coordinación interna de las unidades de negocio y la productividad son clave, así como la gestión del portafolio de plantas y negocios.

Bajo una perspectiva estratégica y de análisis coste-beneficio, lo que no contribuye a alcanzar los objetivos económicos puede ser prescindible. La cercanía a clientes, un precio competitivo y la sinergia de instalaciones son ventajas competitivas.

Sin embargo, en los últimos años, Alcoa Corp. ha tenido resultados desfavorables que la han llevado a su reestructuración y, entre otros, a la desinversión en sus plantas de A Coruña y Avilés, consideradas “históricamente no rentables” en el informe de gestión de 2019. Este proceso supuso una pérdida neta de desinversión de 235 millones de dólares.

Pero no fueron las únicas, otras plantas afectadas fueron la fundición Intalco, de Washington, o la de Gum Springs (Arkansas)…

Lo cierto es que Alcoa tiene una ingente necesidad de generar fondos para reinvertir en sus negocios rentables y, por eso, tenderá a reducir su presencia en los que no aporten los máximos beneficios.

Así, el problema de San Cibrao no es que no sea rentable, sino que su rentabilidad está por debajo de la que ofrecen a sus propietarios otras plantas en otras localizaciones.

¿Por qué cerrar Alcoa-San Cibrao?

Una de las causas de que Alcoa se plantease el cierre de San Cibrao es el enemigo interno. Hay otras plantas en mejor situación, como el complejo de Australia, el de más peso en el portafolio de Alcoa, que combina la minería de bauxita con la producción de alúmina y aluminio primario, y proporciona el 8% de la demanda mundial.

Por otra parte, como resultado de los trabajos de I+D+i de la corporación se ha construido en Canadá ELYSIS, la primera planta en fabricar aluminio primario totalmente libre de emisiones de CO₂. Además, algunas de sus instalaciones tienen su propia central de generación de energía. Esta planta tiene varios socios, entre ellos Apple, como cliente de Alcoa interesado en la descarbonización.

¿Por qué quería Alcoa cerrar la parte del aluminio y no la de la alúmina?

Alcoa es líder en ambos productos pero es más competitivo en la alúmina por lo que prefiere desinvertir en aluminio. También influye la productividad de la energía. En la producción de aluminio, el coste de la electricidad supone el 40% de sus costes totales.

Para Alcoa es más barato (y rentable) producir alúmina que aluminio en San Cibrao. La productividad energética de Alcoa en España es de 4,34 ton./MWh en alúmina y de 0,067 ton./MWh en aluminio. En términos monetarios esto es 62,7 dólares y 5,99 dólares respectivamente. El coste unitario de la electricidad es del 0,27% en alúmina y del 15,5% en aluminio respecto al precio medio unitario reportado por Alcoa por producto.

Los accionistas de la corporación han visto cómo sus inversiones en España les han reportado pérdidas de entre 63 y 72 millones de euros (que motivaron también la salida de A Coruña y Avilés).

A todo esto se añaden las disputas con Hacienda, algo habitual en las subsidiarias de cualquier multinacional debido a las diferencias de valoración contable o, dicho de otro modo, del movimiento de facturas para tributar donde el coste fiscal sea más ventajoso.

Enseñanzas de la deslocalización

La desinversión de grandes multinacionales es muy probable cuando los factores de localización dejan de ser atractivos.

En el corto plazo poco pueden hacer los gobiernos cuando la decisión está tomada. Esa batalla la pierden por su lentitud para ofrecer nuevas condiciones que resulten convenientes a la multinacional.

En todo caso, el proteccionismo de Estado no es una alternativa. Ahí están como ejemplo los casos fallidos de intervención en la industria del acero estadounidense y la de la automoción en Detroit. Creyendo que protegían la economía y los puestos de trabajo dejaron a esas industrias sin armas competitivas para el futuro.

Otras alternativas para San Cibrao

Si la planta de San Cibrao no fuese rentable, Alcoa no se habría negado a recuperar parte de la inversión mediante su venta. La planta es rentable, aunque no lo suficiente para la corporación. Por eso, prefería no vender y simplemente cerrar para no dar caramelos a la competencia.

Habrá que esperar a conocer la reacción de Alcoa ante este fallo; si quiere deshacerse de la planta, ya conoce el interés de Liberty House por ella. También queda por ver el efecto del real decreto en los cortes energéticos de produción de la planta.

En el plano local, seguro que habría empresarios, bancos y ahorradores particulares que interesados en invertir en ella. Empresas como Cortizo, con dos fundiciones de aluminio en Padrón y Asturias, podría liderar fácilmente un proyecto de este calado.

Otra opción sería la compra por parte de los gestores, pero esta es de dudosa ejecución: el dinero necesario para ello hace casi inviable que los directivos locales puedan adquirirla. Eso sí, deberían formar parte de la nueva propiedad: tienen buenas ideas sobre qué mejorar y cómo.

Es necesario el apoyo de las administraciones públicas, de instituciones como el Igape, en los diversos instrumentos de apoyo a empresas en crisis.

A medio plazo sería imprescindible desarrollar la I+D+i, aprovechar las relaciones cliente-proveedor para la innovación.

Hay entidades y equipos universitarios que pueden y quieren ayudar. También es necesario involucrar a las industrias cliente. Ahí está el ejemplo ELYSIS-Apple.

También urge un plan de reindustrialización de la comarca y un plan de contingencias para zonas en situación de riesgo para su diversificación productiva. Ahí está el precedente del Plan Ferrol, impulsado desde el Igape.

Estas son solo algunas ideas; Galicia en particular y España en general es un pueblo emprendedor. Abramos la consulta. Solo saldremos de esta si actuamos igual que en el confinamiento: todos a una.The Conversation

Miguel González Loureiro, Profesor Titular de Estrategia y Negocios Internacionales, Universidade de Vigo

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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