Como se rompen los países. Las lecciones de la Historia
Por Luis Domenech / Ene 7, 2021
El caso de los Estados Unidos de América
Los Estados Unidos si bien son una nación a los ojos del mundo, en realidad es una República Federal formada por 50 estados diferentes unidos por una única bandera, un himno, una Constitución que entró en vigor en 1787, un Gobierno Federal y un futuro común.
El embrión de la Nación americana fueron los trece estados que previamente eran colonias británicas, que acordaron un documento titulado Artículos de la Confederación aceptado por los 13 estados en 1781. Este documento es considerado la Carta Fundacional de la Nación Americana, y fue sustituido por la Constitución de los EEUU tras su ratificación en 1788.
Desde este momento, la unión se fue ampliando de este a oeste mediante la incorporación sucesiva de nuevos estados, siendo la incorporación mas reciente la de los Estado de Alaska y Hawai en e año 1959.
Pero no siempre estuvo la nación unida. La no aceptación por parte de los estados sureños de las políticas abolicionistas de la esclavitud que los del norte pretendían imponer, llevó a 7 estados sureños a la Secesión, a los que posteriormente se les sumaron cuatro mas que eran esclavistas y todos ellos se unieron en un Estado Confederado separándose de los 34 Estados que en ese momento conformaban Union en 1861, para declararle la guerra al norte, iniciando un conflicto que duró hasta 1865. Un asunto de carácter político y económico polarizó la sociedad de tal manera y hasta tal punto que fue el caldo de cultivo para que se iniciara una guerra civil: la denominada Guerra de Secesión.
Tras esta primera mirada a la historia americana, ya podemos apreciar los elementos que propiciaron la ruptura de un país que tenía y tiene grietas, y que les llevó a un conflicto armado en aquel entonces, y a un altercado en el Capitolio ayer. Estos son:
- La ideologización de la sociedad: El norte reformista por un lado, industrializado, izquierdista, y antiesclavista y defensor de la libertad del hombre. El sur Conservador por el otro, agrícola y ganadero, derechista, esclavista.
- La polarización la sociedad: no es de extrañar que por la ideologización de la sociedad, se logre la división de esta en dos polos opuestos incapaces en ponerse de acuerdo en algo, y con el acompañamiento coral de unos medios de comunicación y sus tertulias repletas de tertulianos sectarios defensores de parte, junto con unas redes sociales utilizadas como amplificador por los aparatos de comunicación de los partidos, con la intención de manipular el electorado mediante el uso de las nuevas tecnologías (El caso de Facebook, Cambridge Analítica y el Partido de Nigel Farage en la Campaña para el Referéndum del Brexit).
- La ruptura: La consecuencia es la fractura en dos partes antagónicas e irreconciliables entre si.
- El conflicto: Es la consecuencia de lo anterior. La lucha por la supremacía de una de las partes sobre la otra que dará lugar a un vencedor y a un vencido al que no le quedará otro camino que ser absorbido y administrado por el ganador.
Esta es la génesis de las guerras, la vimos en la Guerra de Secesión americana, la vimos en España en nuestra Guerra Civil, la vimos en la Guerra de los Balcanes, que desmembró a la antigua Yugoslavia en un rosario de países mas pequeños, por conflictos desencadenados por razones étnicas, religiosas, políticas, económicas y supremacistas.
También se ven tendencias disgregadoras que rompen países, pero sin haber generado guerra. Es el caso de Checoslovaquia, que se dividió en Chequia y Eslovaquia, es el caso de Irlanda, fragmentada en dos por un conflicto territorial, político y religioso, y por tener una parte de su isla bajo soberanía del Reino Unido, y que supuso una dificultad añadida en las negociaciones del Brexit.
Es el caso de lo que sucedió en la URSS tras la caída de su régimen, y que nos ha de aportar pistas sobre como se generan los conflictos; en sus territorios hubo y hay conflictos que aún perduran. El de Ucrania por ejemplo, un país pro-occidental y con intereses petroleros, geopolíticos y territoriales en conflicto con Rusia. No olvidemos que la península de Crimea es la salida al Mar Negro y al Mar Mediterráneo de la marina Rusa, y que es de interés geoestratégico vital para Rusia el mantener el control de este territorio y de su puerto de Sebastopol, para poder dar salida a sus barcos y así controlar las rutas de navegación marítimas de Oriente Medio hacia occidente. Los conflictos de Georgia, Chechenia, Nagorno-Karavag, Armenia, dan buena fe de la inestabilidad de esta región. Los intentos del Kremlin de mantener la influencia sobre los antiguos países comunistas, sobre Turquía y Oriente Medio son evidentes.
El ejemplo mas claro quizás lo tenemos en Bielorusia, un país que ve su futuro dentro de Europa, pero que Putin no quiere perder, como ya perdió países como Polonia, Rumanía, Bulgaria, o las tres repúblicas bálticas que decidieron incorporarse a la Unión Europea. Que otro país se saliera de su esfera, sería insoportable para Moscú que vería comprometida su capacidad de liderazgo y su peso estratégico.
Pero en Europa hay mas tensiones territoriales no resueltas; Bélgica tiene sin resolver las tensiones existentes entre los territorios Francófono y Valón. Italia tiene conflictos entre el Norte y el Sur, y no hay que olvidar que la península Itálica daba cabida a numerosos reinos y territorios hasta no hace muchos años, como en el caso de España. También Dinamarca aún está buscando una salida a los intereses segregacionistas de Groenlandia, o Francia con los de la Isla de Córcega o los del País Vasco Francés, o como el Reino Unido lo está haciendo con los intentos de Escocia de regresar a la Unión Europea independizándose incluso del Reino Unido, y para ello quieren repetir el Referéndum. Europa aún tiene de que preocuparse.
El caso de España
Son nuestras tensiones y la polarización a la que se está viendo sometido el país, quizás las que mas preocupan en las Instituciones de la Unión Europea por el peligro de fracturas en nuestro país. Hay en España tensiones de diversa índole que están polarizando y dividiendo a la sociedad española:
- Tensiones Territoriales: quizás es la cuestión territorial aun no resuelta en nuestro país, la que mas tensiones está causando, principalmente el Cataluña y el País Vasco y Navarra, Pero también -aunque en menor medida- en Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares o Canarias.
- Tensiones Políticas: tienen que ver con la segmentación derecha-izquierda, o aún mejor con su división en derecha/extrema derecha, izquierda/extrema izquierda y centro, mas los partidos independentistas también sementados por sus divisiones internas por causas políticas y personales. De esta manera se configuró en las últimas elecciones un arco parlamentario muy fragmentado con 18 partidos políticos con voto en el Congreso de los Diputados.
- Tensiones Económicas: estas se han exacerbado con la pandemia, y tienen que ver con el reparto de los fondos Europeos. Cada autonomía, cada uno de sus gobiernos tiene su modelo de reparto, que es con el que sale mas beneficiado. Para unos el criterio es la población, para otros es la dispersión de la población, unos blanden la desigualdad entre territorios como gran argumento, y estos criterios se defienden como planteamientos de conflicto entre las partes, de tal manera que nadie está nunca conforme con lo decidido. El reparto de un botín es causa frecuente de generación de conflictos.
- Tensiones competenciales: las reclamaciones de competencias contenidas en los diferentes estatutos de autonomía, aun no resueltas, siguen presentes en cada legislatura sea cual sea el color de los gobiernos. La gestión de las prisiones, la justicia, la representación de las autonomías en los organismos internacionales, la cuestión de las suspicacias que crean las Fuerzas Armadas cuando se hacen presentes en algún territorio del Estado, etc.
- Las tensiones sobre el modelo de la Jefatura del Estado: la polarización en términos de Monarquía o República que de nuevo nos divide en un país bipolar.
Pero hay una causa añadida que contribuye a oscurecer aún mas el panorama nacional, y es la desafección cada vez mas grande que hay entre la ciudadanía y sus políticos. Esta se ha incrementado de manera notable en los tres últimos años. Los sucesivos procesos electorales con sus respectivas campañas, todo un lamentable espectáculo político para el asombrado ciudadano que ve como se hacen promesas que después no se cumplen, o que se incumplen haciendo exactamente lo contrario. El ejemplo de Sanchez cuando afirmó en una entrevista unos días antes de la votación que jamas pactaría con PODEMOS, y unos días después, tras ser el suyo el partido mas votado, va y firma un acuerdo con Pablo Iglesias dándose un abrazo de consuegras que sonrojó a medio país; es quizás el mas clamoroso ejemplo del engaño a todo un electorado, y como este, muchos otros mas, en todos los partidos, de todas las tendencias. No es por tanto de extrañar que esta desafección aleje a la ciudadanía de las urnas.
Llegados a este punto, toca hacerse la pregunta del millón: ¿Puede España sufrir una ruptura?
La respuesta es si, y apunta en primer lugar a una ruptura entre Cataluña y España. En Barcelona ya se dio una situación parecida en los días 14 y 15 de Junio de 2011, o en la sesión del 27 de Octubre de 2017 -en que fue sometida a votación en el Parlamento Catalán la Declaración Unilateral de Independencia-, a la vivida ayer en el as edio Capitolio, cuando se vio rodeado y asediado el Parlamento de Cataluña, por los partidarios de la separación del Estado, ante esa proclamación unilateral de Independencia frustrada por la cobardía de los políticos secesionistas ante las posibles consecuencias que esta declaración unilateral, constitutiva de un delito de secesión, les podría caer a ellos y al pueblo por los daños colaterales no previstos que estos hechos pudieran acarrear posteriormente. Lo que se vivió ayer en Washington ya se vivió hace unos meses en Barcelona, y no olvidemos el 23 de Febrero de 1981 cuando la Guardia Civil con Tejero al mando entró en el Congreso de los Diptados a punta de pistola. Todo esto sucede cuando la aspiración suprema es el hacerse con el control del poder, tanto en un caso, como en los otros.
La segunda cuestión en importancia, deviene en una fractura, mas que una ruptura. Esta es debida a la extrema polarización política del País. La entrada en el Parlamento de Unidas Podemos por un lado y de Vox por el otro, mas el alejamiento entre los dos principales líderes políticos de País, Pedro Sanchez y Pablo Casado, que constantemente confrontan en el Hemiciclo con inflamados discursos, insultos y salidas de tono constantes que convierten la labor parlamentaria en una pelea de perros lamentable. Les vale cualquier disculpa, cualquier tema para enzarzarse, el Rey Emérito, la Educación, el castellano en Cataluña, el indulto de los presos políticos, las restricciones de movilidad, los fondos europeos, Venezuela, etc., etc., etc. Nuestro país nunca estuvo tan polarizado desde que tenemos democracia, y esta polarización extrema no nos lleva a nada bueno. Cualquier día saltará una chispa y se armará la marimorena. Ya ha pasado anteriormente.
¿Hay solución?
Los políticos tienen la obligación de encontrar la manera de superar este dislate, y reconducir la situación del país, reduciendo la polarización y disminuyendo las tensiones presentes.
Los retos que el país tiene por delante son mastodónticos, vitales para nuestro futuro, y solo con políticas de estado acordadas entre izquierda y derecha podremos salir con ventura del atolladero en el que todos estamos sumidos. La negociación con cesiones es la vía. En la Piel de Toro tenemos que convivir todos, Podemitas, Voxistas y demás, y mas vale que encontremos la forma de hacerlo juntos.
Nos esperan asuntos que resolver: como la superación de la actual pandemia, el cambio climático, la reindustrialización, la digitalización, la nueva organización del mercado de trabajo, la reducción de las desigualdades, la inmigración, la nueva economía, la nueva movilidad, la España despoblada, la Reforma Fiscal, encontrar un Modelo Educativo de Estado para el resto del Siglo XXI, reformar la Constitución, la Justicia, la Jefatura del Estado, afianzándola mediante Referéndum, son todas estas reformas las pendientes y necesarias para adaptar el país a un mundo que ha cambiado profundamente en los últimos 60 años, y que va a seguir cambiando de manera mas rápida y profunda que hasta ahora.
Lo que quiero decir con esto, es que no están los tiempos para perderse en tonterías y discusiones. Nuestro futuro pende de que encontremos soluciones entre todos para cada uno de estos problemas. Solo así saldremos adelante con éxito y con futuro. Si no lo hacemos así, nos pasará la ola del tiempo por encima, ola que nos sumergirá y nos hará desaparece del mapa, o nos convertirá en irrelevantes en el mejor de los casos.
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