Los políticos y los virus. Sus mutaciones, las variantes resultantes y sus efectos sobre la población
Una portada de la revista de humor Hermano Lobo firmada por Summers |
Por Luis Domenech / Feb 10, 2021
No tener otra cosa que hacer en todo este tiempo de confinamiento pandémico me ha dado la oportunidad de observar la vida de otra manera y por ello percatarme de ciertas cosas que hasta el momento no habían sido percibidas por mi como observador curioso que soy. Una de estas cosas que hoy quiero poner de manifiesto, es el parecido existente entre virus y políticos, que he podido atisbar recientemente y que cada día se va haciendo mas fuerte e intenso.
Cada vez estoy mas convencido de que virología y politología son dos ciencias que tienen mucho en común; y es que si bien tratan de cosas totalmente diferentes entre si, veremos que si hay entre ellas alguna que otra semejanza. Comencemos primeramente por definir ambas, para posteriormente repasar donde encuentro dichas semejanzas.
La politología es aquella rama de las ciencias sociales que se encarga de analizar y estudiar las relaciones de poder de una sociedad, entendiendo el poder como el contrato entre gobernantes y ciudadanos que se debe respetar dentro de un marco institucional.
La virología es una rama de la biología que se encarga del estudio de los virus y otros agentes genómicos de menor complejidad como los viroides, satélites y virusoides también llamados agentes subvirales. También incluye el estudio de los priones, que son agentes proteicos que surgen de la mala plegación de las proteínas celulares.
Vistas ambas definiciones de una y otra disciplina, se podría afirmar que poco tienen que ver la una con la otra de entrada. Pero pronto veremos que no es así. La politología la estudian los politólogos, que son los que analizan la política y a los políticos y sus comportamientos. La virología la estudian los virólogos, que son los que analizan a los virus y sus comportamientos.
Los comportamientos
Es precisamente en este apartado donde encuentro parecido entre los políticos y los virus. Desgranemos estos comportamientos uno a uno.
La capacidad de invadir
Un virus se hace patente cuando invade a un ser diana, generalmente una célula, que es el medio que necesita para subsistir y para reproducirse. Si no existieran células a las que invadir, no tendrían razón los virus para su existencia.
Un político se hace patente cuando tiene ante si un votante al que convencer. Su capacidad de invadir es directamente proporcional a la fuerza de su mensaje o de su ideología.Si no hubiera elecciones, no habría votantes y sin estos no serían necesarios los políticos. Seríamos únicamente súbditos, y los dictadores, sátrapas o las monarquías absolutistas serían nuestros gobernantes.
La capacidad de replicarse
Reproducirse es lo primero que hace un virus nada mas invade a un huésped, y lo consigue mediante la replicación de su ADN, un proceso mediante el cual toda la información que el virus tiene en su adenoma es copiada exactamente para obtener un duplicado de si mismo, y así sucesivamente. Es necesario que así sea, pues ninguna batalla se gana enviando a la lucha únicamente al general de su ejército. Hay que preparar todo una tropa de semejantes, pues en estas luchas el número si es importante, y cuanto mayor sea la tropa, mayor será la probabilidad de ganar la guerra.
En la política ocurre lo mismo. Lo primero que hace un político es "reproducirse" reuniendo en torno a sí a fieles, afiliados y adeptos dispuestos a replicar una y otra vez sus mensajes y a presentar batalla frente a las fuerzas opositoras para capturar el voto. Cuantos mas fieles reúnan, y mas aguerridos sean estos, mayor será la probabilidad de ganar una elección.
La capacidad de propagarse
Creo que no hay ninguna duda de que la de propagarse es una de las características principales de los virus. EL virus de la gripe, el VIH o el mas reciente Covid, constituyen un buen ejemplo demostrativo de esta capacidad de contagiar y propagarse para extenderse entre la población. En el caso de los virus, la consecuencia es la pandemia. En el caso de la política, la consecuencia es la campaña. En ambos casos es cuando se produce el contagio, acto en el que se suelta la carga, de ADN viral en un caso, o la programática e ideológica en el otro, transformando el ser invadido en otro diferente que ya puede darse por capturado.
La capacidad de sobrevivir
Tanto los virus como los políticos, viven en un entorno hostil en el que tienen que luchar contra fuerzas y elementos que intentan acabar con ellos. Los virus tienen frente a ellos al sistema inmunológico, células B y T que intentan destruirlos, inmunoglobulinas que intentan neutralizarlos en una lucha sin cuartel.
Los políticos tienen frente a ellos a los de otras fuerzas que pretenden hacerse con el control del poder, a los medios propagandísticos NO afines que emiten constantemente mensajes neutralizantes. A final, sobrevive aquel que ha ganado las elecciones y se hace con el poder por un periodo de cuatro años. El perdedor queda convaleciente hasta que estas se convoquen de nuevo.
La capacidad de mutar
Esta capacidad tiene mucho que ver con la anterior, y es que para sobrevivir, o lo que es lo mismo, para ganar la lucha, mutar puede ser la solución mas sencilla, la mas efectiva, o la mas necesaria. Pero primero definamos esta capacidad.
Mutar un elemento -según la Wikipedia-, es la capacidad de producir una variación en las características de este y que no necesariamente se transmite a la descendencia. Se presenta de manera espontánea y súbita, o por la acción de mutágenos (Corruptores). Este cambio estará presente en una pequeña proporción de la población (variante), o del organismo (mutación).
En el caso de los virus, la mutación puede hacer a este mas fuerte, mejorar sus capacidades de propagación, hacerlo mas agresivo y letal. En el caso de los políticos, los efectos pueden ser muy parecidos.
En el caso de los políticos, la capacidad de mutar es lo que les permite prometer en campaña unas cosas y hacer tras esta lo contrario, incumpliendo lo prometido. Es lo que les permite habitar a lo largo de su carrera política en mas de un partido político, mutando simplemente sus principios. Groucho Marx lo definió a la perfección cuando dijo aquello de "si no le gustan mis principios, tengo otros". La mejor recopilación de estas mutaciones se encuentra en la Maldita Hemeroteca, y en esta se puede ver de todo, y de todos, independientemente del color político.
La capacidad de aniquilar
Esta capacidad está basada en el principio de que no hay mejor enemigo que el que ya no existe, porque has acabado con el. Dicho de otra manera: "muerto el perro, se acabó la rabia". Tanto en el caso de los virus para con el huésped y su sistema inmunológico, como en el de los políticos y sus oponentes, jamas se desperdiciará una oportunidad para perjudicar al otro, para hacerle el mayor daño posible, y si hubiera manera, hacerlo desaparecer.
Un virus puede evitar que se enganche a el una inmunoglobulina modificando su receptor. Un político puede acallar a otro de signo contrario recordándole sus promesas incumplidas o sus casos de corrupción.
La vocación de Servicio Público
Quizás la última gran semejanza que veo entre virus y políticos, es que no todos son perjudiciales para nosotros. Hay políticos que si tienen vocación real de servicio público y que no persiguen intereses personales. Son los menos, pero algunos hay y algunos hubo.
De la misma manera, hay virus con "vocación de servicio público", pues no todos matan o nos enferman. Me explico: los retrovirus endógenos tienen un gran papel en el desarrollo de las células de la línea germinal, los óvulos y los espermatozoides, al actuar como reguladores potenciando la transcripción de genes recientemente evolucionados. Otro virus, el GBV-C, tiene la capacidad de generar ciertas modificaciones en las células T dianas del VIH, dificultando que este pueda unirse a ellas. Es también el caso del virus MNV-CR6, un virus entérico que parece tener un efecto protector sobre el Aparato Digestivo. Son pocos los virus beneficiosos, menos que los perjudiciales, pero son muy buenos para nosotros y los necesitamos.
Y hasta aquí el relato de las semejanzas entre políticos y virus. No es que sean muchas, pero si son relevantes en ambos casos. Esto me lleva a pensar que si bien los virus son causantes de muchas de las enfermedades infecto-contagiosas que hoy padecemos, los políticos también son los causantes de muchos de los males socio/económicos que hoy sufrimos, que sufre nuestra Sociedad, por la mala gestión que hacen de nuestros recursos, por la nefasta gobernanza del país que dirigen, y aquí me sale una semejanza mas.
Y es que como afirmaba en el inicio de este artículo, la pandemia y el confinamiento "me han dado la oportunidad de observar la vida de otra manera y por ello percatarme de ciertas cosas que hasta el momento no habían sido percibidas por mi, como observador curioso que soy".
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