La deuda de España y sus consecuencias

Por Luis Domenech / Mayo 6, 2021

Desde Diciembre de 2006, año que cerró con una Deuda Pública de 392.132 millones de euros, la deuda española no ha parado de crecer hasta alcanzar la cifra absolutamente disparatada que tenemos hoy. Esto es fruto de una gestión de gobiernos de derecha e izquierda, que se vinieron alternando en el poder durante este periodo. Fue en Septiembre de 2008 cuando estalló la burbuja de Lehman Brothers que incendió los mercados financieros y aceleró la crisis mundial.  Desde entonces la curva de deuda mantuvo su escalada imparable hasta hoy.



En diciembre de 2014 fue cuando la deuda igualó al PIB nacional, y así se mantuvieron parejos hasta que en el 4º trimestre de 2018, la deuda se disparó de nuevo situándose por encima del PIB. Hoy la situación está descontrolada, y nadie es capaz de predecir cuando cambiará la tendencia, porque aún no se conocen siquiera los esfuerzos que hay que hacer para revertir esta situación. 


Ver el contador de deuda que tiene Vicente Valles a la espalda da pánico, y no augura nada bueno, pues como en toda deuda, habrá de ser pagada entre todos, ya que es deuda de todos. 

Esto es lo que toca a partir de ahora. Veremos como se disparan sucesivamente los intentos de exprimir el bolsillo de los españoles para hacerle frente. Se hará de todo para equilibrar la balanza. Bueno, todo no, casi todo, y me explico. Se subirán los impuestos y las tasas con el fin de aumentar la recaudación, y me apuesto algo a que no se salvará ninguno. Se reformará el sistema de pensiones, alargando la edad de jubilación, poniendo las mayores trabas a las prejubilaciones, creando un nuevo Fondo para los ERTES Permanentes, fondo que se recargará con aportaciones del estado, empresarios y trabajadores, y que se sumará al descuento ya asentado en nómina de la seguridad social y del paro. 

Grado de culpabilidad de la generación de deuda

Pero hay algo que no se tocará, porque les toca a ellos: los políticos, y es la reducción del gasto por parte de las Administraciones Públicas y sus chiringuitos colaterales, porque ese es el ecosistema en el que recaen buenos dineros de todos los españoles para que puedan sobrevivir los políticos y sus pelotaris que no tienen cabida en la administración oficial y que hay que darles algo para que estén entretenidos. Tenemos la Administración mas cara de la UE, que no la mejor, pero aún no hemos dado con alguien que le ponga el cascabel a ese gato, y así nos va.


Por su aún no nos quedó claro quien es el que genera deuda

La regla de oro de todo buen administrador para equilibrar cualquier presupuesto es: primero se eliminan los lujos, después reduce el gasto superfluo, tras él el innecesario, y por último el prescindible, hasta el punto en que tus recursos puedan costear los gastos imprescindibles primero y los necesarios después. Solo si no llegan los recursos para costear estos últimos, se puede plantear el buscar nuevos ingresos para equilibrar el presupuesto.
Pero en este país las cosas se están haciendo al revés. Primero se suben los impuestos. Después reduciremos los gastos imprescindibles (Presupuesto Sanitario, Educación, Pensiones) y los necesarios (Presupuesto de Defensa, Dependencia, gasto social), pues tiene que quedar dinero para contratar, porque si no se contrata, no hay el % que nutre a la política. Pongo de manifiesto que los gastos en lujos, los superfluos, los innecesarios y los prescindibles prácticamente quedan como están. Eso ni se toca.

Mapa de deuda por Comunidades Autónomas

Y esto es lo que hay. Tenemos dos años por delante en el que el Gobierno Socialista intentará por todos los medios exprimir el bolsillo del ciudadano, porque en el 2023 hay que convocar nuevas elecciones generales para elegir nuevo presidente del gobierno, y entonces escucharemos en boca de Sanchez todo tipo de excusas para justificarse del tipo de "no me quedó otro remedio", "Europa me presiono para hacer las reformas...", "la deuda la generó Rajoy...", "fue el coronavirús, no yo...", "la culpa la tiene Ayuso..." y otras por el estilo. Entonces el se apartará de los problemas, para prometernos a todos los españoles "el oro y el moro" de lo que no va a cumplir, porque Sanchez es un mentiroso compulsivo, y está la maldita hemeroteca para confirmar lo que afirmo. La absoluta falta de sinceridad es la aureola que adorna a este personaje.

Si repartimos la deuda entre todos, ¿A cuanto tocamos?
Repartida la deuda nacional a escote pericote entre los 47 millones de españoles, a cada uno de nosotros nos correspondería la cantidad de 29.900 euros, según nos cuenta Vicente Valles en el video. Pero no todos los españoles somos iguales ante la deuda, pues los hay de tres clases: 
  • Los endeudados: aquellos que acuden a los bancos a por dinero y se lo prestan.
  • Los morosos: los que acuden a los bancos a por dinero y no lo devuelven.
  • Los que no tienen deudas: los pobres y gentes de escasos recursos que no pueden endeudarse porque nadie les atiende. A pesar de todo, ellos también le deben a los tenedores de deuda los 29.900 euros que les corresponde por el hecho de ser españoles.
No nos olvidemos de esto, porque vienen curvas, pero ya llegará el momento de ajustarle las cuentas con nuestro voto a este Gobierno gastón incapaz de ajustar el presupuesto sino es apretando el bolsillo de los españoles. Sanchez cree que su debacle de Madrid se limita a la Comunidad de Madrid. Que lo siga creyendo. Será entonces mas fácil quitárnoslo de en medio. El resto de españoles se la tenemos guardada para la primera oportunidad, que será en 2023 como muy tarde.

Mi nombre es Luis Domenech. Soy de centro izquierda. Fui votante Socialista desde 1.982, año en que el PSOE ganó las primeras elecciones con Felipe Gonzalez a la cabeza, y dejé de serlo tras la deriva del PSOE en asociarse con el populismo de extrema izquierda y en independentismo. No voté en Madrid porque no estoy empadronado en Madrid, pero esperaré mi oportunidad para tratar de corregir con mi voto esta deriva.

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