¿Será capaz la humanidad de solucionar el deterioro causado por el cambio climático y el calentamiento global?


Por Luis Domenech / Sept 30, 2021

Las cosas nunca son como empiezan, son como terminan. Pero ¿Cómo han de terminar las cosas?

Si usted conoce la historia, si es alguien alguien que mira y ve a través de la historia, la antigua por supuesto, pero mas la contemporánea, causante de la mayor parte del deterioro climático, seguro que comprenderá lo que quiero decir. 

La historia de la que  somos parte, se siente para mí, y sospecho para usted, como si estuviéramos viviendo una especie de gran cambio en la forma en que funciona el mundo. Se avecinan distintas crisis de todo tipo, ambientales, migratorias, crisis políticas y crisis económicas que amenazan con cambiar de manera notable nuestra forma de vida. La gente del futuro, nuestros nietos mas que nuestros hijos, probablemente volverán la vista atrás hacia nuestro tiempo y se preguntarán por qué no vimos hacia dónde iban las cosas o, si lo vimos, por qué no hicimos nada al respecto para reconducirlas cuando aun se estaba a tiempo de arreglarlo.

Puede que debamos preguntarnos: ¿cómo nos sentimos si pensamos que estamos cerca del final de una época? ¿Cómo deberíamos  de reaccionar ante el hecho de que nuestras sociedades están sometidas a grandes tensiones y cómo las hemos de afrontar? ¿Cómo están cambiando estas sociedades? ¿El cambio ocurrió todo a la vez, o sucedió lentamente?

Son muchas preguntas para un único tema, pero todas son necesarias para que veamos la necesidad de ocuparnos mas de él, para extraer las conclusiones que nos permitan afrontar los cambios que nosotros necesitamos introducir en nuestra manera de vivir, pensando mas en un mejor futuro a largo plazo para nuestros nietos, que no en el corto plazo, para poder sortear mejor las dificultades que nos pueda deparar el tiempo que nos queda de vida cuando ya hemos sobrepasado la línea de la tercera edad.

No es cierto que el mundo esté cambiando por si mismo, lo estamos cambiando, o quizás mejor decir estropeando nosotros con nuestro estilo de vida consumista y despilfarrador.

Hoy nos enteramos por George Dillard que el IPCC encontró con más certeza que nunca que las actividades humanas han sido el principal impulsor del cambio climático, que la tierra ya está un grado más caliente que la línea de base preindustrial y que los eventos climáticos extremos debido al cambio climático están aumentando en número. y severidad.

Todo esto es abrumador, pero el hallazgo más aterrador en su informe es que el IPCC esencialmente declaró que otro medio grado de calentamiento está esencialmente integrado en nuestro sistema climático. El panel cree que, incluso en su escenario más optimista para la reducción de emisiones, la Tierra estará aproximadamente 1,5 grados por encima de las temperaturas de referencia para la década de 2040, y que nada de lo que hagamos entre ahora y entonces, puede alterar eso de manera significativa, lo que significa que las acciones que tomemos ahora no evitarán un mayor calentamiento antes de 2050, y  solo servirán para evitar que las cosas empeoren aún más dentro de 30 años y en el futuro.

¿Que es lo que impide que los gobiernos tomen decisiones determinantes para solucionar el problema?

Según George Dillard, el problema está en que somos una sociedad envejecida, en la que el votante promedio está por encima de los 50 años. Estos votantes en 2050, si siguen vivos, estarán por encima de los 80 años, y se encontrarán viviendo en un mundo que se volverá constantemente más cálido durante los próximos 30 años, claro, pero que con sus acciones políticas y  personales, es poco probable que cambien mucho el clima mientras vivan; recuerde, el aumento de 1,5 grados para 2050 está básicamente bloqueado. Será un tiempo precioso perdido, el de toda una generación, que nos sitúa ante una situación de no retorno.

Si lo vemos desde la clase política, la cosa es mucho peor. En los EE UU o en China o India, los mayores contaminantes del planeta por cierto, su clase política y dirigente está mucho mas envejecida. La mayoría han sobrepasado los setenta de edad. Pongamos como ejemplo a los EE UU; en este país, los principales líderes de ambos partidos políticos son septuagenarios. Citemos a Mitch McConnell, Nancy Pelosi, Joe Biden y Donald Trump; de todos ellos, el más joven es Trump que tiene la edad de 75 años. 

Para lo que les queda, y los asuntos que tienen que enfrentar, su acción política no se va a centrar de una manera determinante en el largo plazo, sino en el corto y medio plazo que es en el que tienen que dar soluciones a temas como la educación, la atención médica, el empleo, etc., acciones que les proporcionará un efecto mas inmediato sobre el voto que es lo importante para ellos y sus partidos para mantenerse en el poder. Va a ser muy complicado el lograr que tanto los votantes como los políticos se concentren en la acción climática que no les va a dar un trabajo en el primer caso, o que les lleve a ganar las próximas elecciones en el segundo. 

Por ello, si las generaciones mayores son incapaces de enfrentar los cambios que hay que hacer para resolver las grandes cuestiones que hoy tiene planteadas la humanidad, lo mejor es que se aparten y dejen paso a la siguiente generación que será la que sufrirá el comienzo de los grandes problemas, y el caso de una nueva incapacidad, dejen paso de nuevo a la siguiente, que será la que tendrá que enfrentar la necesidad de supervivencia de la raza humana de cara al siguiente siglo.

Pero previamente la ciudadanía tiene que conocer la situación y responsabilizarse de ella en su cuota parte. George Dillard dice que quizás sería recomendable que los jóvenes mayores de 16 años tuvieran acceso a la participación política. Me parece bien, es la mejor forma de darles responsabilidad en este tema, que es a la vez su futuro. Ellos tendrán que decidir como han de vivir en el mundo que les dejamos, y que mejor manera de hacerlo que votando, que es optar por las soluciones propuestas a sus problemas y a la vez es la esencia de la democracia.

Hoy el futuro de los jóvenes está en manos de los mayores, que como ya dijimos son mayoría, pero que no lo van a vivir. Puede que si se revierte esta situación, y la media de la mayoría del voto se sitúa por debajo de los 50 años, la solución sea mas atrevida. Un líder bien preparado, pero mas joven, estará mas cerca de la vivencia de la situación creada, como todos sus ciudadanos, habrá sido votado para encontrar y llevar a cabo las soluciones necesarias, pues si no se arregla esto, llegará un día en que sobrevivir sea lo primero y lo demás venga detrás. Llegado ese momento solo habrá un problema: la supervivencia, y los demás habrán desaparecido. Esa será una de las percepciones del colapso.



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