Cuando las campañas publicitarias se convierten en acoso publicitario
Luisondome
Enero 21, 2022. Según la Wikipedia, la publicidad es una forma de comunicación visual, escrita, o auditiva cuya función principal es informar, difundir y persuadir al consumidor sobre un producto o servicio, insertar una nueva marca o producto dentro del mercado de consumo, mejorar la imagen de una marca o reposicionar un producto o marca en la mente de un consumidor. Esto se lleva a cabo mediante campañas publicitarias que se difunden en los medios de comunicación siguiendo un plan de comunicación preestablecido.
No se debe de confundir la publicidad con la propaganda. En la primera de ellas, lo que se pretende influir en las conductas de consumo de una persona mediante campañas o acciones publicitarias en diferentes medios y con diferentes objetivos. Lo que trata la segunda es que la gente se adhiera a una ideología o creencia.
Mediante la publicidad una empresa puede ponerse en contacto con sus potenciales clientes para darle salida a sus productos o servicios. Es por tanto una necesidad social y empresarial, pues facilita a los consumidores el conocimiento de lo que pueden necesitar, y a las empresas les permiten crear expectativas de mercado y de ventas.
Desde que existen productos que comercializar, ha existido la necesidad de comunicar su existencia. La historia por tanto, se remonta hasta los orígenes del comercio, de cuando alguien tenía algo que vender, y había gente que lo podía necesitar y lo compraba o intercambiaba. La publicidad moderna, sin embargo, nace en Inglaterra y en los EEUU con la Primera Revolución Industrial en el siglo XVIII. Pero los conceptos básicos de publicidad que aún hoy se manejan fueron creados por David Ogilvy al que se le conoce como el "Padre de la publicidad", a mediados del siglo pasado.
Que es lo que se pretende conseguir con la publicidad
De acuerdo con las preferencias del anunciante con sus objetivos y con la demanda del mercado, la publicidad pretende conseguir dos cosas:
- En primera instancia, idealmente, la publicidad informa al consumidor sobre los beneficios de un determinado producto o servicio, resaltando las diferencias positivas de este con otras marcas.
- En segundo lugar, la publicidad busca inclinar por medios psicológicos la balanza motivacional del sujeto hacia el producto anunciado, de manera que crezca la probabilidad de que el consumidor adquiera el objeto o servicio anunciado gracias al anuncio.
Mediante la publicidad se pretende primero llamar la ATENCION de los consumidores, despertando el INTERES de estos, provocando el DESEO de comprarlo, para así conseguir el objetivo buscado: la ACCIÓN de compra. Esto se conoce por el acrónimo de AIDA, y estos cuatro pasos son básicos para que una campaña de publicidad tenga éxito.
Las técnicas que la publicidad usa para sus fines, son numerosas y muy diversas. Del mismo modo los medios que utilizan las agencias publicitarias para hacer llegar a su destino sus anuncios, son múltiples y diversos a la vez. La televisión es quizás el mas importante de todos ellos, por su capacidad de impactar, y porque llega a todos.
Y que es lo que consigue cuando abusa
Hace unos días, escribía en El Economicista un artículo titulado, "La publicidad se está volviendo insoportable". En el me refería a el abuso que suponía la repetición insistente de determinados anuncios, fundamentalmente de colonias y perfumes, con hasta tres repeticiones del mismo anuncio en un único bloque publicitario, lo que producía hartazgo entre los sufridos televidentes, con el principal bloque de anuncios transmitido a lo largo de media hora de duración justo antes del desenlace de la película, justo cinco minutos antes del final. La sensación en el telespectador es de sentirse acosado, sobrepasando lo éticamente y lícitamente permisible.
Pero últimamente algunas empresas, especialmente del sector de las telecomunicaciones, entre las que destaca sobre todas ellas VODAFONE, han desatado una agresiva campaña de captación de clientes en base a llamadas insistentes a sus teléfonos móviles, y al teléfono del domicilio.
A mi personalmente desde principios de año, una o varias empresas contratadas por Vodafone principalmente, y otras en menos cuantía, me llaman diariamente, algunos días mas de una vez, generalmente no fallan cuando estoy comiendo a eso de las 14:30, para preguntarme que compañía tengo contratada, que servicios tengo contratados, cuanto pago y muchas otras curiosidades, para acto seguido ofrecerme una oferta irresistible e irrechazable.
La primera vez uno pica y el tiempo de llamada se extiende de manera muy educada. Pasados unos minutos se le comunica amablemente al televendedor/a que no está interesado, pero el insiste en defender su propuesta insistentemente, hasta que se pierde la paciencia y uno decide cortar la llamada abruptamente.
A partir de ese momento, en las sucesivas llamadas de quien dice ser VODAFONE, la tensión crece, la educación se pierde por parte del llamado y en ocasiones del llamador, y en la conversación empiezan a saltar chispas. Finalmente, cuando uno aprende a identificar el llamante, arranca con una fuerte obscenidad que provoca el cuelgue inmediato.
Si el fin de la publicidad, y el de estas llamadas, es el de atraer a potenciales clientes para que contraten servicios de una empresa determinada, he de decir que en mi caso, cada vez que contactan conmigo por el movil, en vez de atraerme, me alejan y me cabrean.
En mi caso, la publicidad me agota cada vez mas, y me harta hasta tal punto que acabo odiando a las compañías abusadoras. Tiene que haber un límite para todo en este mundo. Para la publicidad también. La repetitividad y la frecuencia de emisión es una de las herramientas que utilizan las empresas publicitarias para convencer. Pero si le he perdido el gusto a los percebes, por la frecuencia con que los comía hasta que he comenzado a pasar de ellos, Imagínese el amable lector de lo harto que estoy de la publicidad y de las llamadas de VODAFONE.
He tomado todas las medidas posibles para huir de la publicidad. Estoy dado de alta en la Lista Robinson, rechazo todas las cookies en los navegadores, uso bloqueadores de publicidad, utilizo un navegador, BRAVE, que me libera de los anuncios, un buscador, Duck Duck Go, que me libera de la tiranía de Google, me di de baja de Facebook y sus satélites para evitar que me rastrearan, me espiaran, me fragmentaran, y vendieran mi vida a empresas para que estas me atiborren de publicidad. Aún así, no he dejado de sentirme agobiado, cuando lo que quiero es que me dejen tranquilo.
Cuando necesito algo, se como, cuando y donde tengo que ir a buscarlo para comprarlo. No necesito nada mas. Me he declarado REFRACTARIO a la publicidad, por lo que la publicidad provoca en mi el efecto contrario a lo que esta pretende. Ya no veo una sola cadena de TV porque emiten anuncios, ni escucho la radio por la misma razón.
Veo películas, eventos deportivos, conciertos y documentales en las plataformas. Escucho música sin anuncios en SPOTIFY. La cuota que me cobran por no escuchar o ver un solo anuncio, creanme que compensa. Poco a poco, a medida que voy acumulando experiencia, me voy librando de la presión publicitaria. Pero cuesta trabajo y esfuerzo porque no es tan fácil. ¡Vaya si cuesta!
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