Zuckerberg amenaza a Europa con el cierre de sus plataformas

Mark Zuckerberg. Imagen: AFP

Febrero 8, 2022. Parece un contrasentido, pero no lo es. Al mas puro estilo de usar con Europa la táctica de aplicar el palo y la zanahoria a la vez, para doblegar los intentos regulatorios de las autoridades europeas sobre las transferencias masivas de datos fuera de nuestras fronteras hacia los EE UU, Zuckerberg amenaza con cerrar sus plataformas en Europa al mismo tiempo que pretende contratar a 10.000 personas para desarrollar el metaverso en Europa.


Cuando dice datos, no estamos hablando de un nº de móvil o de un mail. Estamos hablando de billones de datos recopilados de todos los ciudadanos europeos, a lo largo de las 24 horas , los 365 días del año. Europa no quiere que esa brutal masa de información salga hacia los EE UU, para que nos sea devuelta en forma de presión publicitaria, o seguimiento a escala global, que se pueda usar para prácticas que puedan ser nocivas para la población o que puedan dañar nuestros intereses.


La empresa estadounidense ha presentado la petición en un informe que remitió a la Comisión de Seguridad e Intercambios de Estados Unidos, en el que ha abordado el problema al que se enfrenta por esta limitación por parte de Europa su negocio de publicidad.


En su advertencia, Meta afirma que “Si no se adopta un nuevo marco de transferencia de datos transatlánticos y no podemos seguir confiando en las SCC [Cláusulas contractuales estándar] o confiar en otros medios alternativos de transferencia de datos de Europa a los Estados Unidos, probablemente no podamos ofrecer un número de nuestros productos y servicios más importantes, incluidos Facebook e Instagram, en Europa”.


Mientras tanto Meta busca contratar a mas de 10.000 empleados en Europa, para desarrollar desde aquí el Metaverso. "Esta inversión es un voto de confianza en la fuerza de la industria tecnológica europea y el potencial del talento europeo en el área de las tecnologías"afirma el Vicepresidente de asuntos globales de Facebook Nick Clegg y el vicepresidente de productos centrales de la empresa, Javier Oliván.


Cerrar Instagram y Facebook en Europa y contratar a la vez a 10.000 personas en el continente no parece ser una idea muy consistente, a no ser que la idea del cierre potencial constituya la amenaza del palo, mientras que la creación de 10.000 empleos sea la zanahoria para evitar la regulación. 


En 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anuló la normativa Privacy Shield (Escudo de privacidad) que regulaba hasta el momento la transferencia de datos de usuarios entre países por no ofrecer las garantías suficientes para proteger la privacidad. Fue entonces cuando entró de nuevo en vigor el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de 2018, que prohíbe a las empresas procesar los datos de los ciudadanos europeos fuera de la UE. Es mediante este procesamiento, el medio por el que Meta segmenta los datos previamente exportados a los EE UU para venderlos a sus clientes publicitarios de todo el mundo, y de esta manera dirigir la publicidad a las capas mas directamente interesadas, lo que aporta mayores beneficios a las empresas que utilizan estos servicios.


Los últimos resultados aportados por la Corporación, muestran como estos límites impuestos, por empresa (Apple) y gobiernos, afectan de manera importante a su cuenta de resultados.


Para Meta, resulta imprescindible poder trasladar estos datos para que puedan ser procesados en su país y tener total accesibilidad a los mismos a fin de poder ser vendidos sin limitaciones, algo que no es posible en Europa por su mayor control regulatorio. De ahí la necesidad de amenazar con el palo por no dejarse exportar los datos que necesita para rentabilizar su enorme inversión,  mientras nos muestra la zanahoria de crear 10.000 empleos bien remunerados. Y es que sin datos, no hay metaverso posible.


Pues bien, dicho lo anterior, que se dedique a recopilar los datos de los americanos mientras estos se dejen, y que nos deje en paz a los europeos para que podamos disfrutar de nuestras vidas sin que Zuckerberg tenga que saber todo lo que hacemos, donde lo hacemos y cuando lo hacemos. Si para disfrutar de los beneficios de la virtualidad del metaverso, tengo que dejar expuesta totalmente mi privacidad en el mundo real, prefiero seguir disfrutando de la realidad tal y como la vivo hoy.

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