El apetito de los gestores del deporte por los beneficios producidos por los derechos de las transmisiones
Luisondome
Estadio Del Real Madrid, Santiago Bernabeu |
Abril 13, 2022. Hoy Enrique Dans analiza en su Blog la noticia de la creación de FIFA+, “la plataforma de streaming propia que incluye documentales, partidos en directo y un archivo de más de tres mil partidos históricos, por el momento accesibles de manera gratuita y con publicidad”.
Esta claro que el futbol es un gran negocio que genera miles de millones de euros de ingresos, bien sea por la publicidad, bien sea por las suscripciones a plataformas de emisión de contenido, bien sea por los ingresos por derechos de emisión. Pero hoy estos ingresos que genera el futbol, salen fuera de su ámbito para beneficio de otros actores, como los intermediarios, las plataformas, los operadores de telefonía, las cadenas de televisión, etc., cuando los beneficios que el futbol genera se pueden quedar en el ámbito del deporte si la FIFA los produce, los gestiona, los emite y los distribuye directamente al consumidor final que es el aficionado o el espectador de estos contenidos. Como consecuencia desaparecerían los intermediarios que se quedan con parte del beneficio generado.
Hoy, esta desintermediación del mercado de los derechos de emisión es posible dado el incremento del ancho de banda disponible, y el acceso global a contenidos a través de internet, lo cual incrementa notablemente la posibilidad de acceder fácilmente a contenidos a la carta, en el momento elegido y en distintas formas: gratuitamente, pero aceptando la visión de contenido publicitario, mediante pago puntual por visión, mediante suscripciones por temporada, o con tarifa plana completa, siendo que las tarifas de precios se decidirían exclusivamente en el ámbito federativo. De esta manera, los ingresos generados por el futbol por la transmisión de sus contenidos ya no dependerían de las subastas de los derechos de emisión y entrarían directamente en las arcas federativas.
Esta es la noticia en lo que al futbol se refiere. Pero el alcance del cambio que esta decisión de una federación puede provocar en la transmisión de actividades deportivas en otros deportes, si deciden sus respectivas federaciones tratar la emisión de sus contenidos de la misma manera, puede que nos obligue a acceder al visionado a través de un pago en cualquiera de sus modalidades a sus federaciones respectivas.
A mi me gusta el futbol, el baloncesto, el tenis, el atletismo, el golf, la Formula 1, la Americas´s Cup de vela, la Volvo Ocean´s Race, a mi mujer el patinaje artístico y la gimnasia, a mi nieto le gusta el balonmano, la natación y la esgrima, y así en cualquiera de los hogares. Si cada federación produjera y gestionara por su cuenta los derechos de sus transmisiones para ofrecerlas directamente a los consumidores finales, nos veríamos en la necesidad de pagar para poder acceder al visionado del deporte que nos gusta, lo que nos llevaría a dedicar una buena parte de nuestros recursos económicos para tal fin.
Hoy los canales como Eurosport y otros, y las plataformas como DAZN y otras, especializados en las transmisiones deportivas nos ofrecen una amplia variedad de transmisiones de múltiples deportes, lo que facilita el acceso a estos de manera generalizada. Plataformas como Netflix también están estudiando la posibilidad de hacerse con los derechos de transmisión para incorporarlos en su oferta a sus clientes, lo que vendría en detrimento de los canales de televisión.
Los Clubes mas potentes, como el Real Madrid que disponen de sus propias plataformas televisivas, también intentaron atraer a otros de similar importancia para crear una especie de Superligas que les permitiera gestionar directamente el negocio de los derechos de transmisión y otros para quedarse con todo el beneficio, pues estos también disponen muchos de ellos de sus propias plataformas que producen y gestionan la imagen.
Las ligas, como la española, también pretenden gestionar directamente los derechos de sus competiciones nacionales, y también podemos citar a organizaciones privadas como la NASCAR, la Formula 1, el Rally Dakar, la World Racing Car en automovilismo, las ya citadas Copa America o Volvo Ocean Race en vela, el Masters 1000 en tenis, los Torneos Mayores de Golf: Masters como el de Augusta, los Torneos de la PGA o los abiertos como el US Open, y así podríamos citar un buen montón de actividades deportivas de interés mundial que podrían verse tentados a producir y gestionar directamente los beneficios que pueden generar sus transmisiones vendiéndolos directamente al consumidor final, eliminando así toda intermediación que se queda con buena parte del beneficio obtenido.
El desarrollo tecnológico ha puesto al alcance del deporte el poder gestionar los beneficios generados por sus derechos, y ha abierto el apetito de sus gestores para quedarse con todos los beneficios que el deporte produce. Se abre un nuevo panorama en el que el beneficiado es el órgano gestor y el perjudicado será el consumidor final que es el espectador, si la oferta resulta fragmentada como consecuencia de esta transformación, y su cuenta bancaria resulta seriamente perjudicada como consecuencia de tener que frente a múltiples pagos, por cada deporte, competición o club que genere el contenido que queremos ver.
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