Sobre los aficionados, los clubes, las plataformas, y el negocio del deporte.
Luisondome
Hubo una época en la que la rutina de los fines de semana, mientras había partidos de liga, estaba hecha: todo se programaba en función del partido de futbol local, y del partido televisado En esa época, los partidos se jugaban los domingos, a las 5 de la tarde en el estadio local semana si, y semana no, y a las 8 de la noche era el turno del partido televisado, en el que si jugaban el Real Madrid, el Barcelona, o el Atlético de Madrid, ya se quedaba pegado medio país al televisor, y en casa ya no se podía ver otra cosa que no fuera futbol, so pena de tener que ir a verlo al Bar si la mujer se ponía muy pesada con ver una película.
Eran los tiempos en que solo existía TVE, y no había otra posibilidad televisiva. Después la cosa comenzó a complicarse, pues aparecieron las demás televisiones. La mas avispada de todas en ver la ganancia del futbol, fue Canal+, que por medio de PRISA puso encima de la mesa el dinero que había que poner para hacerse con los derechos del futbol. Pero la plataforma era de pago y había que pasar por caja, lo que levantó fuertes protestas en la forofada, que hizo que el gobierno obligara a transmitir un partido en abierto. Uno a la semana, pero menos daba una piedra.
Posteriormente, además de los domingos, se comenzó a televisar partidos los sábados. Mas tarde, ya hubo épocas en la que había partido televisado de liga los viernes y los lunes, mientras que los miércoles y jueves les tocaba el turno a las competiciones europeas. Casi no había día de la semana sin futbol televisado, lo que hizo engordar bien la caja del dinero.
Ver buen fútbol en abierto tanto de la liga como de la Champions era lo habitual, pero el deporte rey se convirtió poco después en reclamo de la televisión de pago y ahí se fastidió en invento.
Ver un partido de fútbol, que era fácil y barato, se convirtió en algo difícil y caro. En estos últimos años, disfrutar de los partidos era casi imposible si no eras abonado de Telefónica y Movistar+, de Orange o de Vodafone, cuando estas plataformas eras las poseedoras de los derechos televisivos.
Pero aún pueden las plataformas ponerlo todo mucho mas difícil, apretándomelos las tuercas a la forofada, que saben que pagarán lo que sea para tener acceso a todo el futbol. Dejarán de llevar a casa ciertas cosas para comer si es necesario, pero para la cuota del futbol tiene que llegar sea como sea.
De nuevo este año Telefónica a través de MoviStar+ es la principal tenedora de los derechos, por lo que no queda otra que suscribirse a la plataforma para pode acceder a todos los partidos por el módico precio de 53 euros. ¿Es la única posibilidad? No, hay otras dos, pero son mas limitadas y mas caras.
La cosa se pondrá aún más interesante el año que viene: podrás ver algo de fútbol sin pasar por la casilla de Telefónica, pero saldrá caro teniendo en cuenta que ni siquiera sabrás lo que podrás ver.
La otra posibilidad es suscribirse a DAZN para tener acceso a cinco de los 10 partidos de cada jornada (que también emitirá Orange). Lo malo es que no se sabrá qué cinco partidos serán los que se emitan cada semana. Básicamente esos suscriptores tendrán que pagar 19 euros y no sabrán si van a poder ver a su equipo, o el partido que realmente les apetece.
Sea cual sea la opción elegida, lo que parece claro es que la próxima temporada ver el fútbol será, como decía, más difícil y más caro. En Telefónica han quitado Fusión para dejarle sitio a Hola a miMovistar para hacerlo todo más personalizable (pero no más barato), y para poder ver el todo el fútbol en pla plataforma habrá que "apokinar de 53 euros" sin contar lo que pagues ademas por el resto de los servicios que tengas contratados, como la fibra, el móvil o las películas
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En DAZN también quieren hacer caja, y acaban de crear nuevos planes subiendo los precios no una, sino dos veces. Han anunciado además que a partir de ahora perseguirán a quienes comparten cuenta de forma "ilegítima" como si fueran Netflix, y queda por ver cómo se toman eso los amantes del fútbol. Lo que parecía una opción llamativa —no tener que estar ligado a un operador para ver el fútbol— se ha convertido en un dardo envenenado.
Malos y caros tiempos para los aficionados al deporte rey sobre todo, y para los deportes en general. Hoy ver deporte se ha convertido en un lujo que solo se lo pueden permitir los que viven de manera holgada. Eran otros los tiempos en que para para tener entretenido al pueblo solo hacía falta ofrecerle pan y circo. Hoy el pan está por las nubes por el aumento del coste de los cereales y de la energía, y del circo, pues ya vemos como las plataformas están ansiosas por hacer caja exprimiendo a la forofada futbolera.
El futbol, como otros deportes, ha llegado a esta situación por causa de las elevadas cifras que mueven los clubes, no solo para fichar a lo mejor y mas caro en aras de lograr el mayor espectáculo posible, sino para atraer al mayor número de aficionados. Esto es lo que les da un mayor o menor caché a la hora de negociar los derechos con La Liga y con las plataformas televisivas. El futbol, el baloncesto, el tenis, la Formula 1..., todos han dejado de ser un deporte para ser un negocio en manos de una élite que le saca todo el jugo y el dinero, exprimiendo a los patrocinadores y a los aficionados que aman el deporte, y que no pueden vivir sin el. Es una locura: no están acabando con la gallina de los huevos de oro, están acabando con nosotros; pero ya se sabe: poderoso caballero es Don Dinero.
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