El deterioro de nuestro legado a las generaciones futuras

Luisondome


A lo largo de la historia, desde el inicio de nuestro tiempo como especie, el ser humano a dejado su impronta en el planeta a través de las sucesivas generaciones que lo habitaron y lo habitan, modificando el Medio Ambiente, el cual condiciona las condiciones de la vida, no solo del ser humano en cada generación, sino de todos los seres vivientes. Es responsabilidad del ser humano, pues somos el único ser viviente que tiene esta capacidad, el que se tiene que encargar de la preservación y cuidado de nuestro entorno, en definitiva, de preservar nuestro legado, que divido en cinco partes:


  1. El legado natural: la conservación del Planeta
  2. El legado ético: los valores y la sostenibilidad
  3. El legado social: nuestro estilo de vida y nuestra Educación
  4. El legado cultural: la historia, nuestra cultura, y nuestras tradiciones y costumbres.
  5. El legado económico: la deuda


1. El Legado Natural: la conservación del Planeta


El legado natural. Imagen: Pinterest


El Medio Ambiente a su vez, está sujeto a los cambios naturales normales, que se producen de forma lenta, que afectan al clima, y que son medibles: nos referimos a la temperatura, la pluviosidad, etc.


A lo largo de los tiempos, el ser humano ha hecho modificaciones en el entorno natural que afectan al medio ambiente, pero de manera tal, que este podía asumirlos: la tala forestal para obtener madera para trabajar o como combustible, o la reconversión de tierras para hacerlas cultivables, o para obtener pastos para el ganado, su capacidad para cambiar el medio ambiente era limitada en los tiempos pre-industriales, que abarcan un periodo que va desde los inicios de la humanidad hasta mediados del siglo XVIII.


Desde entonces se sucedieron diversas revoluciones industriales, que a lo largo de los últimos 270 años si han producido una enorme herida en el medio ambiente de nuestro planeta, herida que va a tener serias dificultades para poder cicatrizar.


Esto forma parte del legado que las generaciones anteriores, y especialmente las cuatro o cinco mas recientes, le dejan a las generaciones futuras. 


Hoy sabemos gracias a la ciencia, que el daño sufrido por el planeta es inmenso, y está llegando a un punto de NO RETORNO por los altos niveles de concentración de gases GEI que calientan el aire, y que a su vez alteran las corrientes oceánicas y la meteorología a nivel global, provocando sequías en casi todos los continentes, causando fenómenos meteorológicos extremos cada vez mas frecuentes, que producen graves destrozos y pérdidas de vidas humanas, en lo que se conoce como Cambio Climático Antropogénico, y que llega incluso a afectar a la capa reguladora de la atmósfera que es la encargada de asegurar la estabilidad del clima.


Las sucesivas Cumbres del Clima propusieron unos objetivos de reducción de las emisiones de gases GEI para no superar los 1,5ºC de la temperatura media global, objetivos que no se están cumpliendo, y que han de empeorar el legado climático que les dejamos a nuestros descendientes.


2. El Legado Etico: los valores y la sostenibilidad


Valores éticos: La honestidad. Imagen: Shutterstock


Es evidente que se hemos llegado a este punto de deterioro medioambiental, es porque poco o nada nos ha preocupado el Medio Ambiente. Todos disfrutábamos de nuestras vidas quemando combustibles fósiles, bien sea para calentarnos, bien sea para desplazarnos, consumiendo sin medida, agotando los recursos de que disponemos, sin preocupación por el día de mañana, obviando las consecuencias de nuestros actos, de la forma en que llevamos décadas consumiendo en una economía horizontal basada en comprar-usar-tirar, que ha llenado el planeta de una basura que llevamos años escondiendo bajo la alfombra del planeta y que no somos capaces de eliminar.


Hoy vivimos en un mundo en el que los valores éticos han pasado a un segundo plano en el mejor de los casos, mientras que en el peor de los casos subyacen bajo varias capas de superficialidad. Esto es lo primero que hay que revertir, pues es el cimiento sobre el que hay que construir la sostenibilidad en todo lo que hagamos, que es la forma de comportamiento que nos ha de permitir actuar correctamente en cada caso y de manera continuada, evitando toda acción que pueda dañar el Medio Ambiente, y ello abarca desde evitar tirar un papel al suelo, a moverse andando evitando el coche en desplazamientos cortos, reciclando basuras, alargando la vida de las cosas, como ropa o utensilios, o consumiendo alimentos naturales evitando consumir los ultraprocesados, etc.


3. El Legado Social: La Educación y el Estilo de Vida


El legado social: La educación


La Edad Contemporánea es el periodo de nuestra historia que el que se produjeron los mayores cambios en la sociedad, la naturaleza, la economía y la tecnología, y sobre los cuales se fraguó el desastre medioambiental actual.

Es el periodo del nacimiento de la democracia, de la transición demográfica, del crecimiento económico, de la mejoría de nuestro nivel de vida, y a la vez del aumento de las desigualdades sociales, es la Era en que la población mundial se ha multiplicado por cinco, y en la que estamos a punto de agotar los recursos naturales de que disponemos.


Una de las características del mundo actual es la orientación hacia el futuro, pues sigue enganchando la idea de avanzar, de innovar, nos gusta lo nuevo, lo mas reciente, lo mas avanzado…, pero en la era de internet y de la actualidad inmediata podemos cometer el error de olvidarnos del pasado, de no tener en cuenta todo lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra historia.


Nuestro Legado Social está muy ligado a lo ético. El Legado Educativo es quizás la parte mas importante de lo que ha de conformar después el Legado Social, es lo que nos prepara para construir un mundo mejor y mas razonable, mas distribuido,  menos desigual, un mundo de derechos y obligaciones accesible para todos.


4. El Legado Cultural: la historia, las tradiciones y las costumbres


El legado cultural. Imagen: el Código de Hammurabi


Cuando no se tiene en cuenta el pasado, cuando se desecha toda la riqueza y el conocimiento de una historia y de una cultura atesoradas ambas a lo largo de los tiempos, de unas costumbres y unas tradiciones que nos identifican y nos unen, a la vez que, si se pierden o se tergiversan los referentes que permiten la unidad de una comunidad, esta cambia o pierde el rumbo que le alejará de un futuro sostenible y justo, es entonces cuando el legado cultural perderá parte de su valor.


Una mirada a la historia nos ayudará a conocer los cimientos sobre los cuales nos hemos fundado. Es decir, nos permitirá comprendernos como personas y como sociedades para poder avanzar hacia un fin común. En este mundo cada vez mas polarizado y politizado, es necesario volver a lo que nos ha mantenido unidos, a la cultura compartida para recuperar la idea de comunidad y que favorece la convivencia.


Solo así es posible conseguir avances  e innovaciones al servicio de todos, con la base del conocimiento, con el legado cultural y filosófico, con los valores éticos que ha forjado nuestra sociedad actual y que nos ha de permitir orientar nuestro futuro.


Este legado cultural lo conforman la lengua como vía de comunicación, nuestras costumbres, las tradiciones, los valores étnicos, la concepción de la familia, de los grupos sociales, elementos que han de condicionar nuestro estilo de vida y nuestra felicidad.


5. El Legado Económico: la deuda


El modelo economico. Imagen: la desigualdad


La Era Contemporánea también ha sido crucial para la conformación de nuestro Legado Económico actual. En esta era se creó el capitalismo, se sucedieron las revoluciones industriales que nos proporcionaron la capacidad de obtener bienes y servicios de forma masiva que llegaron de forma desigual a buena parte de la población que creció exponencialmente hasta quintuplicarse. Es la era del despilfarro, del consumismo, del endeudamiento, del daño medioambiental, y todos estos elementos han generado deudas que aún están sin cobrar, pero que han de ser saldadas en tiempo y forma. Todo ello conforma el legado económico que les ha de quedar a las generaciones futuras.


Lo peor de todo esto, es que no somos conscientes del tamaño del problema que hemos generado. Para que nos demos de cuenta del desastre, pondré como ejemplo a mi país, España, que no es de los que están en la mejor posición, ni el la peor. 


La Deuda


La deuda

Deuda es todo montante dinerario que le hemos tenido que pedir prestado a alguien, generalmente a un banco, para hacer algo o comprar algo. Es algo que hay que devolver en el tiempo y la forma acordada y que en circunstancias adversas, puede resultar una pesada carga de llevar.




España tenía censados a finales de 2021 la cantidad de 47.326.687 habitantes. La deuda del Estado hoy, dia en que escribo este ensayo, asciende a 1 billón 462 mil millones 557.296.353 Euros. Pero si a esta cantidad le sumamos la de las demás administraciones públicas, es decir: la de las autonomías, las diputaciones, y la de los municipios, esta deuda se va a 1 Billón 831 mil millones, 888.989.067 Euros, casi medio billón mas.


Parece mucho, pero la cifra no nos da una idea de lo que tenemos delante de los ojos. Un antiguo alcalde de una ciudad de mi Comunidad decía lo siguiente: "Yo por mi ciudad, hago lo que debo, pero debo lo que hago". Esta visión de este alcalde de la deuda  esta mas presente en la sociedad actual de lo que uno piensa. Por eso creo que hay que ver la deuda desde otras perpectivas, para tratar de entender la dimensión del problema. Repasemos los datos de la Deuda de España:


Primero vamos a dividir el total de ambas deudas por el número de habitantes, y después por el número de contribuyentes, pues no todos los habitantes perciben ingresos, ni pagan impuestos. Así obtendremos el monto de la deuda por individuo. Hacemos las cuentas y sale lo siguiente:




Es mucho, es mas de lo que la mayoría  de los contribuyentes ganan en un año, pero puede que aún así, aun no seamos capaces de comprender el tamaño de problema, para lo cual intentaremos calcular lo que se puede hacer con todo ese dinero. Echamos las cuentas, y sale lo siguiente:




¡Ah, caramba!, ahora ya empezamos a ver la deuda de otra manera. Resulta que con lo que debemos, podemos construir casi 300.000 Kms. de autovías…, da igual no necesitamos tantas. Pero podemos pagar un par de carreras universitarias a todos los jóvenes en edad de estudiar y aún nos sobraría la mitad del dinero…, quien lo iba a pensar. 


Pero veamos el problema desde otro ángulo. Decía que las deudas hay que pagarlas; Entonces, ¿A cuanto tocaríamos cada uno si nos tuviéramos que hacer cargo de la deuda?


Calculemos la cuota -sin incluir los intereses- para una persona que cobre el salario mínimo, y otra que cobre el salario medio, pues los de salarios altos no tendrían problema para hacer frente a su parte del pago, pues incluso la mayoría lo podrían hacer en un pago único. Veamos también cuanto tardaríamos en hacer frente a nuestra cuota-parte si convirtiéramos la deuda en préstamo hipotecario. Echamos las cuentas, y sale el tiempo que tardaríamos en deshacernos de la deuda.




¡Vaya! Mucho tiempo parece que vamos a tener que estar pagando la deuda. Pues así es, y lo vamos a hacer igual, pero a través de los impuestos con los que ya pagamos los intereses -esos que antes excluía- y cuyo pago está contemplado en los Presupuestos Generales del Estado. Este es nuestro legado de una deuda que sigue creciendo día a día, y que parece no tener fin. 


Para que nos demos cuenta de a que velocidad sigue creciendo y empeorando el problema de la deuda, hay que hacer otros pocos cálculos adicionales, teniendo en cuenta que todos estos cálculos se han realizado utilizando los datos oficiales.



La pregunta adecuada en este momento, sería la siguiente: ¿Como hemos podido llegar a esta situación?


La respuesta es simple: comprando sin tener el dinero para comprar lo que queremos o necesitamos, o lo que es o mismo, endeudándonos a nivel institucional, que es lo que hacía el alcalde de una ciudad anteriormente citado. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de Deuda del Estado, no de Deuda del País, en la que entran otros conceptos, como las deudas por consumo, los prestamos personales, las deudas acumuladas en las tarjetas de crédito, los prestamos a empresas privadas, que también son deuda y esta no está cuantificada en los gráficos mostrados. 




Estas deudas también han de formar parte de nuestro legado, porque la gente quizás no lo sepa, pero las deudas se heredan. Así lo establece el artículo 659 de nuestro Código Civil, que dice lo siguiente: “La herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona, que no se extingan por su muerte”, por lo que hay que decir que sí, que las deudas forman parte de nuestro legado.


Teniendo en cuenta lo expuesto en este apartado del Legado Económico, y contemplando los anteriores conceptos de los diferentes legados ya expresados, parece claro que el panorama que les dejamos a nuestros descendientes no es nada halagüeño, y que muchas cosas deberemos de cambiar si queremos no hipotecar definitivamente su futuro.


Quizás el mas importante de todos los cambios a realizar es la necesidad perentoria de cambiar nuestro estilo de vida de manera globalizada, algo que a mi personalmente me parece imposible de lograr en un tiempo en el que la necesidad de disfrutar de la vida y de vivir el día a día, es la tónica general imperante en nuestras sociedades, y que este estilo de vida no solo no se reconduce, sino que seguimos exprimiendo el limón de nuestras vidas cada vez con mas fuerza, como si su jugo fuera interminable. 


Si no se produce un cambio radical en la sociedad, de manera global y uniforme, es imposible que el planeta se pueda recuperar del daño que con saña y de manera continuada le estamos produciendo, y de este modo llegará el día en que se apague nuestra luz, y el mundo se oscurezca, si bien no creo que llegue a apagarse, pues antes de que se apague el planeta, este nos apaga a nosotros. 


Sufriremos a partir de ese momento continuas crisis de todo tipo, económicas, políticas, medioambientales, sociales, etc., que harán  de la supervivencia el objetivo de nuestro nuevo estilo de vida, sustituyendo al objetivo anterior que era vivir la vida. Cambiaremos las vivencias por la supervivencia, que no es una vivencia super, sino que tendremos que luchar para obtener lo necesario para sobrevivir. Entonces nos lamentaremos de no haber hecho a tiempo lo que teníamos que hacer. Así somos, porque no tenemos remedio.


Fuente de los datos: Deuda Pública de España (Web privada)

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