Guerra de Ucrania: "El Día Después..."

Luisondome


En un repaso rápido a la historia, nos encontramos con guerras que duraron cien años, e invasiones que colonizaron tierras y las mantuvieron durante siglos conformando imperios que dominaron el mundo a lo largo de su existencia. Pero todo imperio tuvo su final, y otro ocupó su lugar imponiendo su dominio a la globalidad de su época. En los tiempos actuales, la historia se escribe a otros ritmos.


A la velocidad que va el mundo, creo que no tardaremos mucho en ver el final de esta historia bélica: la Guerra de Putin. Rusia no solo parece estar pediendo la guerra que inició, sino que está perdiendo el tren de la historia, pero ello no impide que, bajo otras circunstancias, se pueda subir al siguiente tren que le llevará a una nueva época, que será la de la reparación, la convivencia con otras naciones,  y el progreso, como lo fue en todos y cada uno de los conflictos anteriores de la humanidad.


El mundo entero, pero especialmente China, Europa y Rusia, tendrán que ponerse de acuerdo para crear un nuevo orden mundial, en el que se deberá tratar de todo para reconstruir la convivencia en la paz. 


De entrada, el mundo entero, pero especialmente Rusia, Europa y China deberán de poner límites a sus respectivas areas de influencia (que no es repartirse el mundo), y deberán respetar estos límites y las fronteras territoriales de terceros. Nada de inmiscuirse en conflictos externos con fines desestabilizadores, o de intentos de cambios de régimen político en otros países por la via de las armas, como ocurrió en la reciente historia. El respeto a los demás y a como quieren vivir, es lo que debe de sustentar este nuevo orden.


De segundas, se necesitarán garantías de respeto mutuo en sus desenvolvimientos políticos: democráticos/autocráticos. Cada pueblo, de manera interna, deberá procurarse el tipo de régimen que les ha de gobernar y de como quiere vivir. Esta es la base sobre la que se debe de sustentar el nuevo orden.


De terceras, algo habrá que hacer con los organismos de mediación internacionales, porque como se ha visto, la ONU de poco o nada vale tal y como fue diseñada para la solución de los conflictos entre países. La reforma de la organización  y la eliminación de los derechos de veto en el Consejo de Seguridad de aquellos países que lo poseen es prioritaria. Las decisiones se deben de tomar por la mayoría de naciones representadas en dicho Consejo, o por una mayoría cualificada de sus miembros. Si ello no fuera posible, se debería crear una nueva Organización para sustituir a la ONU, tal y como pasó tras la Primera Guerra Mundial con la sustitución de la Sociedad de Naciones por la ONU tras el fracaso de la Sociedad en la solución del conflicto mundial.


En cuarto y último lugar, es absolutamente imprescindible la eliminación absoluta de las armas nucleares y las de destrucción masiva. La disuasión nuclear no es tal, pues la aniquilación de la raza humana es posible mientras la bomba nuclear no desaparezca de la faz de la tierra. Solo esta medida garatizaría el futuro de la raza humana y del la vida en el planeta. La sustitución del Tratado de NO Proliferación de Armas Nucleares, por un Tratado de Eliminación Total de las Armas Nucleares será el objetivo final de un acuerdo para que el peligro nuclear desaparezca de la faz de la Tierra.


Europa ya se ha puesto en marcha en la defensa de sus intereses continentales con la creación de la Comunidad Política Europea (CPE), la nueva plataforma que congrega a los 27 Estados miembros de la Unión Europea y a 17 países europeos no comunitarios, que se reunió por primera vez el pasado 6 de octubre en Praga. La iniciativa responde al deseo de crear un frente unido contra la agresión rusa. Pero la invasión no ha sido la única razón para crear la CPE. El pensamiento estratégico de la UE sobre su vecindad y el continente ha cambiado: para asegurar el suministro de energía, luchar contra el cambio climático y repeler los ciberataques, la UE no tiene más remedio que mirar más allá de sus fronteras.


En esencia, la propuesta de CPE del presidente francés, Emmanuel Macron, y de una Comunidad Geopolítica Europea del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, desean lo mismo: mejorar la cooperación en materia de política exterior y de seguridad en el continente.


En los próximos meses habrá que tener en cuenta tres cosas: la primera si la CPE puede mejorar las relaciones entre la UE y los países no comunitarios con vistas a una futura convergencia política; la segunda, si la iniciativa puede contribuir al multilateralismo del siglo XXI, y la tercera, si la CPE puede ayudar a facilitar la integración de los países candidatos en la UE. En este sentido, un “eurocentrismo” flexible, esto es, disponer de los recursos de la UE cuando haga falta, sería un buen camino a seguir, pero para que funcione, la Unión también debe demostrar un deseo genuino de comprender las preocupaciones de los países no comunitarios del continente.


Puede que este sea el detonante para que otros continentes copien la iniciativa para defender unidos los intereses de su región. Sería el primer paso en la constitucion de una nueva comunidad representativa de los intereses continentales o regionales para la creación de un nuevo orden mundial.


El ser humano sabe que despues de cada derrumbe, viene la reconstrucción, que tras cada error viene una corrección, que tras cada intento fallido se esconde una oportunidad para reconducir la situación..


La guerra de Ucrania se acabará, y espero que de ella la humanidad extraiga algo positivo. Será la oportunidad que nos hace falta para cambiar lo que no funciona, buscando la manera de que funcione. Mejor dialogar que andar repartiendo puñetazos por el Orbe. Creo en la resiliencia de la humanidad, pues si decenas de miles de años de evolución nos han traído hasta aquí, no me parce posible que lo mandemos todo al carajo en tan solo unos minutos. Ni siquiera por la estupidez de un solo hombre al que se le ha aflojado un tornillo. Paz es lo único que la humanidad necesita para seguir evolucionando como especie, y garantizarnos la prosperidad futura.

Comentarios