LA EUROPA DE LOS 27, LA ESPAÑA DE LOS 17, O LA DIFICULTAD DE ALCANZAR ACUERDOS
Luisondome
Imagen:Istock |
Geopolítica
Cuando se trata de ponerse de acuerdo en algo, por sencillo que sea, los europeos lo tenemos difícil, y los españoles aún más, porque Europa es una enorme matrioska -esa muñeca que encierra en su interior a otras muñecas más pequeñas-, cada una de ellas contiene una Administración y su gobierno, y que a la vez contiene otra muñeca con su correspondiente administración y gobierno, y así sucesivamente.
Lo vimos durante la pandemia, cuando las cifras de contagios de coronavirus registradas por la mayoría de los países europeos mantienían caliente el debate sobre la conveniencia de reabrir o no los colegios en el inicio del curso, o cuando había que tomar medidas de contención para evitar la expansión de la pandemia, y no hubo manera de que estas medidas fueran consensuadas.
Para hacer una Ley para todos, para consensuar una determinada política, ya sea en materia de educación, comercio, impuestos o lo que sea, cada parte que participa en la negociación tiene una opinión y unos objetivos que pretende que los demás acepten. Todos tienen intereses que defender, todos aspiran a algo que no tienen y que otros sí tienen. Por eso, en Europa y en España se necesitan meses, a veces años, y en alguna ocasión décadas para llegar a un acuerdo sobre determinado asunto.
Pongamos como ejemplo como se lograron los acuerdos para limitar las emisiones de gases GEI en las reuniones sobre el Cambio Climático en la reciente Cumbre de Londres. Reuniones y más reuniones para avanzar un centímetro en las negociaciones, acuerdos parciales para llegar a un acuerdo general -otra matrioska en la negociación-, comités de expertos para discutir los términos de los acuerdos -otra matrioska en los equipos negociadores-, en definitiva, cientos de personas implicadas dentro (negociadores) y fuera (lobbistas) de la negociación para conseguir un simple acuerdo. Algo parecido sucedió con la movilidad entre países en tiempos de pandemia, o con como enfrentar la subida de los precios de la energía recientemente, etc., acuerdos que luego tienen que ser refrendados por los parlamentos de los respectivos países, para luego no ser bien recibidos en muchas ocasiones por la opinión pública, o por las Administraciones Regionales en el caso de España.
Cada gobierno con competencias en la materia parece tener un modelo diferente para hacer frente a la situación: desde la gestión en la compra de mascarillas, a las pautas y los periodos de vacunación, a la contratación masiva de sanitarios en unos países, hasta el decidir sobre la no obligatoriedad de mascarilla a final de la pandemia, o si se dene o no mantener el distanciamiento social, son entre otros, algunos de los temas en los que se empleó una eternidad para tomar una decisión colectiva, que en algunos casos no se logró, tirando cada matrioska por su lado, sin poder encajarse en la matrioska mas grande. Así nace un nuevo modelo de Matrioska.
El mosaico matrioska
Mosaico Matrioska |
Surge cuando no hay forma de que la gobernanza se ponga de acuerdo, algo que parece imposible cuando hay un exceso de partes implicadas en la negociación. Este es el caso de la Unión Europea, una de las mas complejas matrioskas del mundo. También el de la matrioska española con 17 matronas en su interior.
La consecuencia es que cuando se abre la matrioska y se separan los muñecos, y comienza cada uno de ellos por su cuenta a implementar su modelo político en su territorio, así la matrioska se convierte en un mosaico de modelos, lo que da como resultado un mosaico de resultados diferentes, en los que algunos serán mejores que otros. Es una excelente manera de averiguar, después de un cierto tiempo, cuál de los modelos resultó mejor. Entonces aparecen los primeros conatos de divisiones, y se rompe la unidad de actuación política. A partir de aquí las diferencias tienden a consolidarse, y a medida que esto sucede. Se vuelve mucho mas complicado reconducir la situación.
Si hay una segunda oportunidad, o llegas de último a la primera, puedes elegir la mejor de todas las opciones conocidas. Pero mientras tanto, el costo para quienes estuvieron aplicando modelos ineficientes puede haber sido enorme, si bien alguien pudiera pensar que este siempre será mucho menor que si nos hubiéramos equivocado al aplicar un modelo único y consensuado, en el que el daño es para todos y el el costo será infinitamente mayor, algo improbable pues es sabido que el dolor compartido se lleva mucho mejor.
Otro factor a tener en cuenta es el tiempo perdido durante la negociación, y esto es aún más importante cuando la situación se deteriora rápidamente, como es el caso de la situación fuertemente inflacionaria de la economía actual, y es necesario tomar medidas de forma inmediata, por lo que el reducir el tiempo de reacción es vital. Este es el caso que nos ocupó en su momento con la pandemia, y que ahora se repite con la subida del precio de la energía y la inflación, causados por la Guerra de Putin y su extorsión a occidente.
También hay que tener en cuenta que la situación cambia constantemente, y que lo que es bueno ahora, puede no serlo posteriormente pudiendo causar mas daño, por lo que es necesario revisar periódicamente la situación para tener preparadas medidas correctoras que se aplicarían de inmediato cuando sean necesarias. En este caso, cuanto más corta es la cadena de mando, más corto es el tiempo de reacción, un razonamiento muy militar, pero muy sensato.
Esta es la principal razón que sustentaría el hecho de que las grandes decisiones se toman en los ámbitos territoriales mas cercanos a la ciudadanía son las adecuadas, porque son también los que tienen las competencias directas y los que mejor conocen el territorio y sus medios, pero dentro de un marco mas generalizado de políticas globales que señalan la dirección de la política económica de territorios mas amplios, y los límites de la actuación. Pero esto implica una carga de responsabilidad que los gobiernos deben asumir ante sus conciudadanos a los que administran y votan, y ante las Instancias superiores a las que también se deben.
En resumen, la el modelo matrioska de organización de la cadena de mando es una complicación inherente a este modelo, que dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos en políticas generales, y que retarda considerablemente la toma de decisiones por las grandes Instituciones.
En un mundo tan cambiante, y a la velocidad con la que suceden los cambios, aligerar las formas y los plazos para alcanzar acuerdos es urgente e imprescindible, si no queremos vernos atropellados por la velocidad de un cambio que no nos permite siquiera que nos alejemos del peligro por la tardanza en la reacción frente al cambio.
En definitiva: si Europa quiere sobrevivir en el futuro frente a las grandes potencias con un poder mas centralizado, mucho mas rápido en la toma de decisiones y por ello mas eficiente, tiene que fortalecerla unión de los países que la conforman y así llegar a un gobierno único confederar que nos equipararía a las grandes potencias. De nuestra división y debilidad, se están aprovechando otros. Esto no puede seguir así. Es conveniente avanzar en la buena dirección en el cambio que nos permita equipararnos a las grandes potencias, especialmente China y los EE UU.
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