Sobre la polarización política en el mundo. En Brasil se inclinó hacia la izquierda

 Luisondome

Imagen: Shutterstock

El mundo esta tomando una deriva hacia la polarización extrema que me parece profundamente preocupante, y me explico:


Fuerzas sociales y económicas y sus élites están tomando posiciones ante los cambios que el avance tecnológico, el deterioro climático y el control sobre los recursos están sucediendo globalmente. La política y la gobernanza lógicamente participan de este posicionamiento con la vista puesta en el futuro, y esta evolución se puede observar en cada proceso electoral y en cada cambio político si buscamos que hilos son los que están tirando con mas fuerza de estos cambios y que fuerzas están perdiendo fuelle al mismo tiempo.


No solo es lo que pasó en Italia en las recientes elecciones con el triunfo del partido de la extrema derecha de Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, y de sus coligados, Mateo Salvini y Silvio Berlusconi, y lo que sucedió anteriormente en Polonia, Austria y Hungría donde gobiernan la extrema derecha, también está lo sucedido en EE UU cuando Donald Trump perdió las elecciones, y no supo irse con dignidad, sino que intentó perpetuarse en el poder a la fuerza. Ayer vimos como Jair Bolsonaro en Brasil a punto estuvo de ganar su re-eleccion, lo que por fortuna no sucedió. Estos son los antecedentes mas próximos. 


A la vez, en el resto de Europa, los partidos de extrema derecha continúan aumentando su fuerza electoral. Quizás se note en mayor medida en la Francia de Marine Le Pen, que puede alcanzar el poder en las próximas elecciones. Pero también está avanzando en los países nórdicos, gobernados todos ellos por partidos socialdemócratas, en la España gobernada por una coalición de izquierdas y de regionalistas, en Luxemburgo y en Alemania gobernados por la derecha, sin olvidar que en Irlanda e Inglaterra y Holanda ya gobiernan los conservadores neoliberales


La pregunta que me hago, es: ¿Que es lo que está pasando en el fondo?


La derecha mas centrada esta perdiendo en el mundo presencia de discurso frente al discurso mas extremista de la extrema derecha, que se está haciendo dominante, bajo la protección esta ultima de ciertos poderes fácticos: las Iglesias, los medios, las grandes corporaciones empresariales, bancarias e industriales, las élites económicas en definitiva.


Con un relato basado en posiciones políticas absolutistas y populistas, el NO al aborto, NO a la inmigración, NO a los derechos LGTBI+, NO a la lucha feminista, etc., están logrando un nivel de adherencia a estos principios que les está proporcionando un gran poder en los procesos electorales, y que les lleva a ganar algunos de ellos.


Las derechas mas centradas están perdiendo influencia como decía, y como se está viendo ha llevado al poder en algunos países a la extrema derecha. Donde primero se ha tomado conciencia de este peligro, ha sido en la América Latina que es la que le ha puesto remedio a esta situación. Recordemos que casi todos los países de la America Latina pasaron en la segunda mitad del Siglo XX por regímenes dictatoriales, por mas o menos tiempo. Bien conocen por tanto las consecuencias de la acción de gobierno desde una derecha totalitaria y extrema.


Gracias a esta memoria histórica, no es de extrañar que amplios sectores de la población de estos países recelen de la posibilidad de ser gobernados por la extrema derecha. Los recientes procesos electorales de México, Chile, Colombia, Argentina, Paraguay y ahora Brasil así lo confirman.


En otros países, como Ecuador, la alternancia de los gobiernos de izquierda y derecha parece ser que se normaliza. En este momento el país está gobernado por un gobierno de derechas presidido por Guillermo Lasso, que sustituyó al izquierdista Lenín Moreno


En Bolivia, su gobierno, presidido por  Luis Alberto Arce Catacora, es de carácter izquierdista y Bolivariano, similar al de Perú, pero en este caso es especial. Es Pedro Castillo, líder del Partido Perú Libre quien preside el Gobierno, de corte izquierdista e indígena. Es un profesor sindicalista y político de profunda ideología de izquierdas. Desde su acceso al poder sufrió la presión de las élites económicas, mediáticas y políticas conservadoras en sucesivos intentos, dos, para echarle del poder, pero que no lograron finalmente, si bien tiene pendientes seis investigaciones fiscales por presuntos delitos de organización criminaltráfico de influencias, encubrimiento personal, plagio y contra la tranquilidad pública. La presión para destituirlo del cargo sigue siendo muy alta.


En América del Sur solo Uruguay conserva un gobierno de centro derecha presidido por Luis Lacalle. Por cierto, el tiempo de la dictadura en Uruguay fue el segundo mas corto, 12 años, solo por detrás de Colombia, y fue por un golpe blando dado por el propio Presidente Electo Juan María Bordaberry, quien se sucedió a si mismo convirtiéndose en dictador.


¿Y cual ha sido la via para contrarrestar el poder electoral de la extrema derecha? 


Pues la union de las fuerzas de la izquierda mas social. Por esta Via, Gustavo Petro, ex guerrillero y excomunista consiguió por primera vez en la historia de su país llevar a un gobierno de izquierda al Palacio Presidencial. La Chile de la dictadura de Pinochet, con Gabriel Boric a la cabeza de un gobierno de coalición izquierdista consiguió llegar al Palacio de La Moneda. 


En México, a la izquierda le costó 70 años deshacerse del poder dominante del PRI, el partido de ultraderecha mejicano. Fue con Ernesto Zedillo en las elecciones del año 2000, con el que la izquierda alcanzó el poder con la Alianza por el cambio de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México. Tras este periodo, sucesivos gobiernos de coaliciones de distinto color se sucedieron en el poder en este país, actualmente gobernado por el izquierdista Andrés Manuel Lopez Obrador.


En Argentina, Alberto Fernandez formó un partido llamado “Alianza Frente de Todos”, el la que convergieron cuatro grandes sectores políticos: el Partido Justicialista, el Movimiento Evita, Proyecto Sur liderado por Pino Solanas, el partido Somos de la diputada Victoria Donda, y dos partidos radicales, el Movimiento Nacional Alfonsinista liderado por el diputado Leopoldo Moreau y el Partido de la Concertación FORJA, liderado por Gustavo López. También hay tres partidos comunistas: el Partido Comunista, Partido Comunista (Congreso Extraordinario) y el Partido del Trabajo y del Pueblo. También integran la coalición la Unidad Socialista para la Victoria, liderado por Jorge Rivas, el Partido Solidario liderado por Carlos Heller, y Nuevo Encuentro liderado por Martín Sabbatella, entre otras fuerzas políticas. El frente contó además, con el respaldo de la Confederación General del Trabajo y de las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina.


La razón de esta amplia coalición era la de que la izquierda entendió que la única manera de arrebatarle el poder a la derecha ultraconservadora de Cristina Fernandez de Kirchsner era por la concentración de sus fuerzas, y esto fue lo que llevó al Poder a Alberto Fernandez.


Llega el momento de hacerse otra pregunta: ¿Que hay detrás de los esfuerzos de la extrema derecha por hacerse con el poder?


A mi entender, la polarización actual de la sociedad es una consecuencia de la lucha entre los movimientos sociales defensores de la igualdad, del bienestar social generalizado,  y el reparto de la riqueza por un lado, y las élites capitalistas dominantes que son sustentadas por el neoliberalismo económico por el otro, que es el principal responsable de la desigualdad social actual.


Las políticas que se ejercen desde uno u otro color, de un lado o el otro, son opuestas entre si, y las derivas de las políticas que ejercen cada uno de estos gobiernos, llevan al país en una dirección o en la opuesta, y si se mantiene el color del gobierno durante mucho tiempo, los desequilibrios tienden a consolidarse y un sector de la población, mayoritario en el caso de los gobiernos de izquierdas, y minoritario en los de ultraderecha, los gobiernos autocráticos y las dictaduras, se ven favorecidos. La transición periódica de los gobiernos de distinto color político es el único medio para poder equilibrar el país.


Dicho esto, quiero aventurar una opinión, y es que en el futuro próximo las élites incrementarán sus esfuerzos para hacerse o mantenerse en el poder. Varias son las razones que soportan esta opinión:


Quizás la primera y mas importante, es que las élites saben que los cambios que se están produciendo en las sociedades a causa de la revolución tecnológica y digital actual, lleva implícito un cambio social con un incremento de las desigualdades sociales en lo que al reparto de la riqueza y a la igualdad de oportunidades se refiere.


La  segunda sería que el incremento de la población mundial, y el aumento de sus necesidades por la via de la prosperidad, unido al agotamiento de los recursos, provocará tensiones económicas, sociales y políticas por la limitación al acceso a los recursos disponibles, y por el encarecimiento de estos por la ley de la oferta y la demanda. 


La tercera razón sería que el control del mercado y de los recursos naturales y alimentarios esta en manos de las élites económicas. Las grandes corporaciones tecnológicas e industriales son por otra parte las que controlan buena parte del mercado laboral y las que dictan las condiciones del trabajo, aún por encima de las leyes, aún a pesar de la presión lobista que sobre los legisladores estos ejercen para controlar que lo que se legisla no les perjudique.


Tan solo estas tres razones, y no son las únicas, son las que están llevando a las élites económicas a sostener a aquellos movimientos políticos que apoyan y sustentan el dominio y el control de la evolución del mundo actual con sus sociedades dentro.


Tanto los gobiernos de izquierdas, como los de derechas, quieren escribir el guión de como tienen que ser las sociedades del futuro y como tienen que evolucionar hacia un horizonte de fin de siglo. Ambos tienen preparado para nosotros un guión completamente distinto, y solo uno de ellos se habrá impuesto sobre el otro cuando llegue 2100. En esa época, el mundo será completamente distinto, y juro que desconozco la dirección en que este evolucionará. Lo que si se, es que la lucha por el control de la dirección que el mundo ha de tomar ha comenzado, y que esta lucha será cruenta y dolorosa para la sociedad. Ojalá tuviera una bola de cristal para ver el fin de esta historia.


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