La ausencia de Políticas de Estado en España trae penosas consecuencias a los españoles. Sobre el delito de sedición-
Luisondome
El banquillo del 'Proces'. Imagen: Carmen Vivas. El Independiente |
El delito de traición, para el Derecho de España, es una categoría que engloba los delitos de inducción a la guerra, favorecimiento del enemigo, espionaje y declaración de guerra o firma de paz en contra de lo dispuesto en la Constitución española de 1978. La seguridad del Estado no es el principal bien jurídico protegido por las leyes, ni los ataques contra la misma que puedan dividir al Estado, tanto si estos provienen del interior como del exterior. Lo que es común a todo este tipo de delitos es que de algún modo afectan a la soberanía del Estado, a su integridad, a su independencia, y a su necesaria defensa frente a las agresiones internas, como las que provengan de otros Estados pero al mismo tiempo afectan también a la paz entre los contendientes, un bien jurídico en que no está interesado solamente el Estado mismo, sino también la comunidad internacional.
La hemeroteca ha hecho mucho daño a Pedro Sánchez. Los archivos de las teles de media España y toda la prensa escrita acumulan vídeos y portadas de todo tipo en los que el presidente del Gobierno dice una cosa y la contraria con mas o menos tiempo de por medio. Por esto, y por sus actos de gobierno, se ha ganado una merecida fama de político poco fiable, y no solo en España ante los demás partidos y los electores, sino en el extranjero. Y si no que pregunten por Pedro Sanchez en el Magreb.
Pero nuestro Presidente no es así con todo el mundo. Con los independentistas catalanes por ejemplo, se comporta de manera diferente. Cuando estos con su voto le dieron a Pedro Sanchez la mayoría necesaria para alcanzar la Presidencia del Gobierno, se la dieron a cambio de algo: esto es indultar a los presos condenados del 'Proces', y el compromiso de derogar el delito de sedición de nuestro cuerpo legal para sustituirlo por otro denominado como “desórdenes públicos agravados”, con condenas muy inferiores al delito de sedición que pretende sustituir, y dice el Gobierno que lo hace con la intención de que esta nueva calificación sea homologable con delitos similares contemplados en otros países europeos.
Aqui si cumple. Se arremanga y se pone a la tarea com frenesí, sin importarle un carajo lo que opinen los españoles, incluso los que le votan, que hay una gran mayoría que no está de acuerdo con esta decisión.
De las dos promesas, la primera la cumplió rápidamente, pues a los condenados y a sus partidos les urgía sacarlos cuanto antes de la carcel, pues para ellos son héroes dignos de toda consideración, que no villanos que tengan que purgar sus culpas en la carcel.
Para cumplir la segunda promesa, el Gobierno tiene un plan, que pasa por suprimir completamente el Capítulo I del Título XXII del Código Penal en el que se detalla en seis artículos el delito de sedición, y a la vez modificar el artículo 557 que se refiere a los desórdenes públicos cambiando su contenido y al que le añade el adorno de “agravados”, que desde luego no se refiere a las penas que se tendrán que aplicar, que siempre serán menores que las de los delitos de sedición a los que pretende sustituir.
La pregunta que hay que hacerse entonces, es ¿Por que tanto interés por parte de los independientes en sacarlos de la cárcel y en que se derogue la sedición? Pues por tres razones:
La primera de ellas es para lograr que los independentistas exiliados puedan regresar a España, siendo entonces juzgados por delitos menores, al no poder ser ya acusados del delito de sedición.
La segunda es porque quienes han sido juzgados, condenados y posteriormente indultados, verán eliminada la inhabilitación que formaba parte de sus condenas, pudiendo entonces ocupar cargos públicos (ya veremos lo que tarda la Generalitat en darles poltrona y mando en plaza), y podrán presentarse a la elecciones, con lo que puede que veamos a un condenado por sedición, y posteriormente indultado conseguir por el voto independentista la Presidencia de la Generalitat (si ganan, Dios no lo quiera), con lo que volveríamos al principio a los tiempos de los disturbios sediciosos.
La tercera es que si lo vuelven a intentar, es decir, si los Independentistas vuelven a las andadas, mejor organizados, con mejor preparación, con mas experiencia, con mas medios, y sin que el Estado tenga fuerza legal para acabar con ellos, puede que a la tercera, vaya la vencida y España pierda Cataluña. Sabemos que esto es posible, porque sigue siendo la meta que tienen grabada a fuego los independentistas en la mollera. Alvaro nieto dice al respecto lo siguiente: «Se puede discrepar acerca de los indultos, pero es muy difícil de justificar que un Gobierno impulse una rebaja del Código Penal a petición de unos delincuentes», y estoy absolutamente de acuerdo.
Ningún país que se precie, y desde luego ninguno que sea democrático hace las leyes al gusto de quienes las infringen, para ponérselo mas fácil a los delincuentes o a los sediciosos. Pero Pedro Sanchez es diferente, yo no se si recuerda que por los indultos a los corruptos el PSOE de Juan Espadas perdió este las elecciones andaluzas. Si no lo recuerda, mas le valdría que recuperara la memoria cuanto antes, pues él, que está tan apegado al sillón presidencial y al Falcon, entenderá que ha dado un paso muy importante para perder la confianza del resto de españoles que aun confiaban en él, y su voto al mismo tiempo convirtiéndole en un parado mas. Y es que no se le ocurre ni al que asó la manteca cumplir una promesa que en un momento, bien sea de flaqueza mental, bien de ambición extrema, le concede a los enemigos del Estado lo que los sediciosos le pidieron.
Los podemitas y los coleguitas de Ada Colau entre tanto, apoyan al PSOE en la iniciativa, pero lo que estos hagan no les va a hacer mas daño del que ya se hacen ellos mismos. Todos sabemos de que pié cojean, y ya se vio como les fue en las urnas. Puede que en las próximas elecciones se queden fuera de la mayoría de las Instituciones. Si así resultara ser, como les pasó en Galicia, pues mejor para España.
En la oposición, el Partido Popular ha puesto el grito en el cielo como era de esperar, y en este caso con razón, y ha roto todos los puentes con el PSOE, que se puede quedar como Crimea. Ya lo veía venir el PP, y por ello introdujo Feijoó el tema del "no a los cambios en el delito de sedición" en la negociación de la renovación de las Instituciones judiciales, y por la misma razón el PSOE ponía el grito en el cielo por incluir el PP la negociación conjunta de renovación y sedición, pues ponía en peligro la aprobación de los presupuestos. Ambos asuntos son muy importantes y vitales para España, pero puestos a priorizar, lo primero es garantizar la integridad del país, y después vendría el renovar los Organos judiciales y la aprobación de los presupuestos. Si el PSOE hubiera aceptado esta propuesta aparcando la reforma del delito de sedición sin una renuncia expresa, hoy tendríamos renovados los órganos judiciales, la aprobación de unos presupuestos negociados garantizados con los votos de la derecha, y no estaríamos hablando del asunto que me llevó a escribir este artículo. Esto se llama hacer Politica de Estado.
Esta es la forma que tiene Sanchez de modernizar la justicia y de gobernar el país: rebajando la condena de los delitos graves, especialmente los que se cometen para romper el país en pedazos. Lo hace además a espaldas de los grupos parlamentarios, tirando la piedra, a la vez que esconde la mano. Dice que no es cierto que este cediendo ante las presiones independentistas, pero en unos días se votarán los Presupuestos Generales del Estado, y si estos son rechazados, estará mas cerca de verse obligado a convocar nuevas elecciones ante la posible ruptura del Gobierno, ante el abandono de Bildu, de Esquerra Republicana y de Unidas Podemos y sus satélites, que también andan en la pomada y en sus propios enredos.
¡Que ganas tengo de que me llamen a las urnas para ir a votar!
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