Los Diarios digitales e impresos, y el color (rojo o azul) de sus crónicas
Luisondome
“En este mundo traidor
nada es verdad ni es mentira.
Todo es según el color
del cristal con que se mira”.
Ramón de Campoamor
Estos versos son la expresión de lo que, en nuestro acervo, pasó a conocerse como Ley Campoamor, versos que se usan a modo de metáfora, o de recurso retórico con el que poder decirle a alguien que se ha hecho una interpretación interesada de algo, ya sea de un hecho o bien de una disposición legal o reglamentaria.
Los diarios de distinto signo se están pronunciando desde ayer sobre el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional para detener la votación que se debería de celebrar en el Parlamento sobre las reformas legales que pretende el Gobierno sobre los delitos de sedición y malversación y sobre el cambio que pretende el PSOE de eliminar la mayoría reforzada para la elección de los magistrados que han de ocupar las vacantes del TC.
Podríamos comprobar como, desde diferentes medios de distinto signo, se están refiriendo a los mismos hechos, lo cual encierra no solo el hecho, sino una interpretación del mismo, y sin embargo pareciera que están relatando sucesos diferentes. Pongamos dos ejemplos: uno visto desde la lente de color rojo, y el otro desde la lente de color azul, dos visiones diferentes de un mismo hecho, que llevan al observador a pensar si ambos están viendo lo mismo.
Veamos ahora como se ven los hechos desde el color rojo:
Juanlu Sanchez, que como el mismo se define en su perfil de twitter, es periodista a pesar de todo, cofundador y subdirector de Diario.es, afirma lo siguiente en una newsletter que me envía:
“La operación de la derecha para impedir la renovación del Poder Judicial está adentrándose en un terreno que, además de ilegal, empieza a ser peligroso para la estabilidad política más básica.
Por concretar: el Tribunal Constitucional, a propuesta del PP y Vox, ha amenazado con prohibir la votación en el Congreso que iba a desbloquear el nombramiento de magistrados precisamente en el Tribunal Constitucional, que debería haberse producido hace meses. Es lo que mi compañero Marcos Pinheiro llamaba ayer “un golpe judicial”, orquestado desde la mayoría conservadora en alianza con el PP. En el Congreso hemos escuchado comparaciones con el 23-F”.
Analicemos lo afirmado, pudiendo ser desde la imparcialidad.
- Define el hecho como una “operación de la derecha para impedir la renovación del Poder Judicial”, y no lo voy a contradecir pues la descripción es correcta.
- Comentario: La renovación de los jueces de los altos tribunales es preceptivo y obligatorio para los jueces del Supremo, y si no lo hacen, se sitúan fuera de la Ley. Hasta ahí todo correcto.
- Pero cuando empieza a concretar, a Juanlu se le va la lengua. Dice: “el Tribunal Constitucional, a propuesta del PP y Vox, ha amenazado con prohibir la votación en el Congreso que iba a desbloquear el nombramiento de magistrados precisamente en el Tribunal Constitucional…”
- Comentario: El Tribunal Constitucional, no amenaza como él afirma, sentencia.
- Si la mayoría así lo considerara, no prohibe, sino que prohibiría la votación cautelarmente hasta que no se pronuncie definitivamente sobre el fondo de la cuestión que el PP plantea (algo en lo que está en su derecho), y esta es su función, la de impedir un daño que una votación precipitada y de la forma en que esta se realiza, pudiera causar a nuestro cuerpo legal, siendo que este daño pudiera ser irreparable. Para esto sirve la prohibición cautelar.
- El Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso presentado de forma urgente, y en el que se piden medidas cautelares.
- Se le envía a los jueces una extensa documentación por parte de diversos partidos que tienen que estudiar y valorar para poder emitir un fallo.
- No pueden emitir el fallo porque no les da tiempo a fundamentar debidamente su decisión sin analizar la documentación antes, algo que es preceptivo, y piden se retrase la votación hasta que los jueces puedan emitir su fallo.
- Se toman el fin de semana a tal efecto, y convocan un pleno para el Lunes.
Esto es lo que Juanlu dice, que su compañero Carlos Pinheiro comparte, y que tampoco estuvo muy acertado al definir estos hechos como “Golpe Judicial orquestado desde la mayoría conservadora”, y lo que aún peor es decir que en el Congreso se escucharon comparaciones con el 23 F (afirmaciones hechas por parlamentarios de izquierdas e independentistas), afirmación que es muy grave e injuriosa, al comparar la admisión a trámite de un recurso ante el Alto Tribunal, con un asalto al Parlamento a golpe de pistola.
Lo siento, Juanlu, pero o necesitas unas gafas nuevas para interpretar adecuadamente la realidad, o necesitas la ayuda de un psicólogo que sepa identificar que cortocircuitos tienes en tu coco.
Veamos ahora como se ven los hechos desde el color azul:
Luis María Ansón opina hoy e el Diario La Razón sobre Pedro González-Trevijano, Presidente del Tribunal Constitucional, del que dice que “es hombre moderado y prudente. Ama la libertad. Cree en el derecho. Se ha convertido en una de las figuras públicas más sólidas y respetadas de España. Como constitucionalista su prestigio en Iberoamérica y en Europa desborda los límites. Su sencillez de trato se ha hecho proverbial y nadie le niega objetividad e imparcialidad al defender el Estado de Derecho”. El señor Ansón lo conoce muy bien, y ni yo ni nadie creo que debamos de dudar de lo de él dice.
Añade algunas cuestiones para afianzar su criterio:
- Pedro Sánchez se ha adueñado, con notable eficacia y con solo 120 escaños, de la mayor parte de las instituciones que inciden en el proceso electoral: el CNI, el CIS, Indra, Ine, Correos, RTVE…
- Son hechos, y son incuestionables.
- Figuran en su Gobierno destacados miembros del Partido Comunista y de otras fuerzas de extrema izquierda que llaman a la España de la Transición, el Régimen del 78 y que aspiran a un profundo cambio constitucional.
- Son hechos, y son incuestionables.
- Pedro González-Trevijano sabe que nuestro régimen de libertades depende en estos momentos, en gran parte, de que la Justicia española se evada de la voracidad sanchista y mantenga su independencia.
- Que lo sabe Pedro González-Trevijano es un hecho, y protegerlo es su función
- Que lo sabemos y lo compartimos una gran mayoría de españoles es otro hecho, y además lo apoyamos
- Pedro González-Trevijano, desde la ley, está dispuesto a que la división de poderes, fundamento de la democracia, se mantenga en España.
- Es un hecho incuestionable, aunque en este caso si hay quien lo cuestiona: el Gobierno de Sanchez con el Presidente a la cabeza.
- Pedro Sanchez ha demostrado estar dispuesto a todo para permanecer en el poder. Necesita ahora los escaños de comunistas, podemitas, independentistas vascos y catalanes y bilduetarras. Y los necesitará con alta probabilidad si gana las próximas elecciones generales, y por eso quiere someter al Poder Judicial, por eso ha lanzado un órdago para controlar el Tribunal Constitucional y el entramado de la Justicia.
- Es un hecho su ambición por permanecer en el cargo. Nadie lo duda en España, y algunos se están aprovechando de esa necesidad.
- Su necesidad de someter a Poder Judicial es mas que evidente, pues es el único poder que en este momento tiene capacidad para anular o bloquear sus decisiones, enviando al cubo de la basura toda su política.
Tenemos ahora dos visiones diferentes de un mismo hecho: la renovación de las vacantes en el Tribunal Supremo y en el Constitucional. La visión azul de Luis María Ansón, y la visión roja de Juanlu Sánchez, ambos periodistas, ambos de signo contrario ideológicamente.
Todas estas algaradas públicas que se suceden continuamente en los medios de comunicación y en las Instituciones, especialmente en el Parlamento, a las que los españoles asistimos atónitos, están causando un grave daño en la opinión pública, que se está polarizando mas de la cuenta, y el país también, hasta el punto de alcanzar un diferencial de alto voltaje que pueda causar un estallido social, y podemos fijarnos en el Perú para no llegar al punto de ebullición en el que todo se evapora.
El poema de Campoamor, lo que nos está queriendo decir es que, en este país nada vale, que ningún valor es inmutable, y que inevitablemente impera el subjetivismo, la arbitrariedad, y el relativismo, en todas las facetas de nuestro mundo (especialmente el político y el mediático), y sin embargo la afirmación de Campoamor no cae solamente en el relativismo y en el subjetivismo, sino en un desencanto que desde hace tiempo se viene instalando en la ciudadanía, en donde la referencia al "mundo traidor" significa que en sí misma, la realidad, no es confiable, sino que es sujeto de desconfianza debido a que esta cambia, se transforma de un día para otro, y Sanchez y su política es el mejor ejemplo de esta realidad. Ello supone que en el verso de Campoamor lo mismo impera el subjetivismo, con la referencia al color del cristal con que se mira, que la desconfianza en el país y en su constante transformación sin rumbo fijo y sin una visión de largo alcance que permita a los españoles tener confianza en su futuro.
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