Los avances tecnológicos pueden poner fin a la privacidad y acabar con nuestra intimidad

Luisondome


Los avances de la humanidad se alcanzaron en muchas ocasiones en base a imitar, y a veces en copiar  lo que la naturaleza nos enseñaba. Lo habitual es que cuando el hombre imite a la naturaleza, busque conseguir un efecto determinado, como es volar, o nadar bajo las aguas, aunque sea de manera diferente. Así, el submarino no se parece en nada en su propulsión a un pez, pero se mueve como un pez en el agua, ni un avión se parece a una gaviota, pero vuela. El tocadiscos no se parece a un pájaro, pero reproduce su trino, el radar nada tiene que ver con el sentido del murciélago, pero reproduce su función. Finalmente vemos como el submarino supera a los peces, el avión a las aves, el tocadiscos es capaz de reproducir cualquier canto de pájaros, y el radar es mas potente que el eco de los murciélagos.

Al menos eso es lo que intentaron los hermanos Wright o Isaac Peral y otros. Los pasos siempre han sido los mismos para lograr imitar a la naturaleza y conseguir que el hombre volara mas alto y mas rápido, o surcara las aguas mas profundas. Cuando la raza humana se propone algo, no para hasta conseguirlo. 

Ahora es el momento de nuevos propósitos y retos que ya se conocen: descubrir donde está la base del desarrollo de la inteligencia natural para imitarla, es uno de estos nuevos retos. La investigación de las redes neuronales y su funcionamiento, es otro de los retos. A ello se están dedicando ingentes cantidades de esfuerzo y dinero.

Por otro lado, nunca fue tan grande la distancia existente entre los avances de la ciencia y los avances legislativos que nos protegen de sus efectos, y de como la velocidad con la que crece esa distancia aumenta exponencialmente. Cuando los legisladores tanto europeos como americanos aprueban leyes que eviten la exportación de datos para su procesamiento y uso fuera de nuestras fronteras, algo que viene sucediendo desde hace años, las grandes corporaciones están invirtiendo enormes sumas de dinero para poder introducirse en nuestros cerebros e imitar su funcionalidad artificialmente.

Un reciente artículo publicado en The Guardian ha disparado todas las alarmas. En el, el periodista Edward Helmore escribe que “Los pensamientos privados pueden no ser privados por mucho más tiempo, anunciando un mundo de pesadilla donde las opiniones políticas, los pensamientos, las obsesiones y los sentimientos perdidos podrían ser interrogados y castigados, todo gracias a los avances en neurotecnología”. 

Nita Farahany

Se basa Helmore en un nuevo libro, The Battle for Your Brain, escrito por la profesora de derecho y filosofía en la Universidad de Duke Nita Farahany, que estudia las ramificaciones éticas, legales y sociales de las tecnologías emergentes, y que está haciendo sonar la alarma, al argumentar que tales intrusiones en la mente humana por parte de la tecnología están tan cerca, que hace mucho tiempo que se necesita una discusión pública sobre sus efectos y consecuencias, y que por ello los legisladores deberían establecer de inmediato protecciones cerebrales como lo harían con cualquier otro ámbito de la libertad personal.

La investigación en estos campos está avanzando rápidamente. El reciente lanzamiento de ChatGPT y otras innovaciones tecnológicas de IA demostraron que algunos aspectos de la simulación del pensamiento, como el denominado aprendizaje automático o Machine  Learning ya están aquí. También es conocido que Neuralink de Elon Musk está trabajando en una interfaz cerebral que puede leer pensamientos directamente. También se está desarrollando un nuevo campo de medicamentos para mejorar la cognición, los llamados nootrópicos, o tecnologías que permiten a las personas que experimentan parálisis controlar una extremidad artificial o escribir texto en una pantalla con solo pensar que está en proceso. La convergencia de todos estos desarrollos tecnológicos van a suponer una explosión en el desarrollo de la ciencia, y sus efectos sobre la humanidad van a ser mayúsculos y sorprendentes, y puede que no estemos preparados para soportar sus consecuencias.

Farahany, quien formó parte de la comisión de Barack Obama para el estudio de cuestiones bioéticas, cree que los avances en neurotecnología significan que las intrusiones a través de la puerta de la privacidad del cerebro, ya sea a través de programas militares o mediante laboratorios de investigación bien financiados en grandes empresas tecnológicas, estarán disponibles a través de innovaciones en la interface que conecte el cerebro a la computadora, como una tecnología portátil. Y añade Farahany: “Todas las principales empresas de tecnología tienen inversiones masivas en dispositivos multifuncionales que tienen sensores cerebrales”, y sigue, “Los sensores neuronales se convertirán en parte de nuestra tecnología cotidiana y en una parte de cómo interactuamos con esa tecnología”.

Aparte de los muchos beneficios que pueden proporcionarnos todas estas nuevas tecnologías, existen claras amenazas en torno al adoctrinamiento y la interferencia política, la vigilancia policial o en el lugar de trabajo, la toma de huellas dactilares cerebrales, el derecho a tener pensamientos, buenos o malos, las implicaciones de conocer el papel de la "intención" en el sistema de justicia para la aplicación de las condenas y las penas, y mas, que estas tecnologías, mal aplicadas pueden suponer.

El cerebro, advierte Farahany, es el único espacio que todavía tenemos para el respiro y la privacidad, y donde las personas pueden cultivar un verdadero sentido de sí mismos y donde pueden mantener cómo se sienten y sus reacciones hacia sí mismos. “En un futuro muy cercano eso no será posible”, dijo. Lo que significa para el ser humano la pérdida de la intimidad mas profunda.

Estos avances en la ciencia destinados a "la decodificación y reescritura de las funciones cerebrales, están muy extendidos y plantean un riesgo perceptible", argumenta Farahany, y ello requiere una acción urgente para someterlos a los controles acordados: “Tenemos un momento para hacer esto bien antes de que eso suceda, tomando conciencia de lo que está sucediendo y tomando decisiones críticas que debemos adoptar ahora para decidir cómo usamos la tecnología de manera que sea buena y no mal utilizada u opresiva”afirmó.

Estas nuevas tecnologías también están enfocadas en lo militar, en lo que se conoce como la sexta dimensión de la guerra. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (Darpa) ha estado financiando la investigación del cerebro desde la década de 1970. En 2001, el paraguas militar lanzó un programa para desarrollar tecnologías para aumentar y mejorar las capacidades de los combatientes.

François du Cluzel, gerente de proyecto en Nato Act Innovation Hub, emitió un informe en noviembre de 2020 titulado Cognitive Warfare que, dijo, “no se limita al mundo militar o institucional. Desde principios de la década de 1990, esta capacidad ha tendido a aplicarse a los campos político, económico, cultural y social”.

El Gobierno de los EE UU ya está tomando algunas precauciones para controlar los avances que en este terreno se están produciendo en China sobre todo, y por tanto ha incluido a finales de 2021 en una lista negra a los institutos y empresas chinos (34 en total) que cree que están trabajando en peligrosos "procesos biotecnológicos para apoyar los usos finales militares chinos", incluido el "supuesto armamento de control cerebral" en el que saben que están investigando, y por “actuar en contra de la política exterior o los intereses de seguridad nacional” de los Estados Unidos.

Nathan Beauchamp-Mustafaga, analista de políticas de Rand Corporation y autor de China Brief, advirtió sobre una “evolución en la guerra, pasando de los dominios natural y material (terrestre, marítimo, aéreo y electromagnético) al reino de la mente humana”.

Y así es como están las cosas a día de hoy, que serán muy diferentes de como estarán pasado mañana, a la velocidad con la que está evolucionando todo, pero especialmente la biociencia, la neurociencia, la neurotecnología, la Inteligencia Artificial, la investigación sobre las redes neuronales y las interfaces cerebrales. Cada una por su lado, abre un sinfín de posibilidades de desarrollo. La conjunción de todas ellas multiplica exponencialmente todas estas posibilidades.

Grandes cuestiones se suscitan entonces: ¿A donde nos llevarán estos cambios?, ¿Como ha de cambiar nuestro mundo?, ¿Que efecto tendrán estas tecnologías sobre cada uno de nosotros?, ¿Que beneficios y que perjuicios pueden tener para nosotros? Aún no hay respuesta para estas preguntas.

El caso es que esto no hay forma de pararlo, pero si hay forma de manejarlo y de tenerlo controlado, al menos en sus efectos mediante la legislación y la regulación, que sera el espacio en donde habrá que poner el énfasis antes hoy que mañana, pues urge.


ADDENDUM

Nada mas publicar este artículo, me entero de la publicación de una carta abierta firmada por 2.825 prestigiosos personas en la que se pide que se pause durante un periodo de seis meses el desarrollo y el entrenamiento de los sistemas de Inteligencia Artificial para "...obtener una revisión independiente antes de comenzar a entrenar sistemas futuros, y para los esfuerzos más avanzados para acordar limitar la tasa de crecimiento de la computación utilizada para crear nuevos modelos".

La publicación de esta Carta Abierta indica la preocupación que en el ámbito científico y tecnológico está suscitando el desarrollo de la Inteligencia artificial, fuera de todo control, y precisamente por esta ausencia, por las importantes e impredecibles consecuencias negativas que este desarrollo incontrolado pueda tener para el ser humano en un futuro que ya empieza a ser previsible.

Los gobiernos deben de tomar seria nota de este aviso y ponerse manos a la obra para poner coto y tener cierto control sobre lo que se está haciendo.

Por ello, traduzco y transcribo dicha Carta Abierta.

Pausar los experimentos gigantes de IA: una carta abierta


Hacemos un llamado a todos los laboratorios de IA para que pausen inmediatamente durante al menos 6 meses el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que GPT-4.

Firmas: 2.825


Los sistemas de IA con inteligencia humana-competitiva pueden plantear riesgos profundos para la sociedad y la humanidad, como lo demuestra una extensa investigación[1] y es reconocido por los principales laboratorios de IA.[2] Como se establece en los Principios de IA de Asilomar, ampliamente respaldados, la IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la Tierra, y debe planificarse y administrarse con el cuidado y los recursos correspondientes. 


Desafortunadamente, este nivel de planificación y gestión no está ocurriendo, a pesar de que en los últimos meses los laboratorios de IA han entrado en una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, y que ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de forma fiable.


Los sistemas de IA contemporáneos ahora se están volviendo competitivos para los humanos en tareas generales, [3] y debemos preguntarnos: 

  • ¿Deberíamos dejar que las máquinas inunden nuestros canales de información con propaganda y falsedad? 
  • ¿Deberíamos automatizar todos los trabajos, incluidos los de cumplimiento? 
  • ¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más inteligentes, obsoletas y reemplazarnos? 
  • ¿Deberíamos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización? 

Tales decisiones no deben delegarse en líderes tecnológicos no elegidos. Los sistemas potentes de IA deben desarrollarse solo una vez que estemos seguros de que sus efectos serán positivos y sus riesgos serán manejables. Esta confianza debe estar bien justificada y aumentar con la magnitud de los efectos potenciales de un sistema. La declaración reciente de OpenAI con respecto a la inteligencia general artificial establece que "En algún momento, puede ser importante obtener una revisión independiente antes de comenzar a entrenar sistemas futuros, y para los esfuerzos más avanzados para acordar limitar la tasa de crecimiento de la computación utilizada para crear nuevos modelos". Estamos de acuerdo. Ese punto es ahora.


Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los laboratorios de IA para que pausen de inmediato durante al menos 6 meses el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que GPT-4. 

  • Esta pausa debe ser pública y verificable, e incluir a todos los actores clave. Si tal pausa no se puede promulgar rápidamente, los gobiernos deberían intervenir e instituir una moratoria.
  • Los laboratorios de IA y los expertos independientes deberían aprovechar esta pausa para desarrollar e implementar conjuntamente un conjunto de protocolos de seguridad compartidos para el diseño y desarrollo avanzados de IA que sean rigurosamente auditados y supervisados por expertos externos independientes. 
  • Estos protocolos deben garantizar que los sistemas que se adhieren a ellos sean seguros más allá de toda duda razonable.[4] Esto no significa una pausa en el desarrollo de la IA en general, simplemente un paso atrás de la carrera peligrosa hacia modelos de caja negra impredecibles cada vez más grandes y con capacidades emergentes.
  • La investigación y el desarrollo de IA deben reenfocarse en hacer que los sistemas potentes y de última generación de hoy en día sean más precisos, seguros, interpretables, transparentes, robustos, alineados, confiables y leales.
  • Paralelamente, los desarrolladores de IA deben trabajar con los legisladores para acelerar drásticamente el desarrollo de sistemas sólidos de gobierno de IA. Estos deben incluir como mínimo: 
    • autoridades reguladoras nuevas y capaces dedicadas a la IA; 
    • supervisión y seguimiento de sistemas de IA de alta capacidad y grandes conjuntos de capacidad computacional;
    • sistemas de procedencia y marcas de agua para ayudar a distinguir las fugas reales de las sintéticas y rastrear modelos; 
    • un sólido ecosistema de auditoría y certificación; 
    • responsabilidad por daños causados por IA; 
    • financiación pública sólida para la investigación técnica de seguridad de la IA; 
    • e instituciones bien dotadas para hacer frente a las dramáticas perturbaciones económicas y políticas (especialmente en la democracia) que provocará la IA.
  • La humanidad puede disfrutar de un futuro floreciente con la IA. Habiendo tenido éxito en la creación de poderosos sistemas de IA, ahora podemos disfrutar de un "verano de IA" en el que cosechamos las recompensas, diseñamos estos sistemas para el claro beneficio de todos y le damos a la sociedad la oportunidad de adaptarse. La sociedad ha hecho una pausa en otras tecnologías con efectos potencialmente catastróficos en la sociedad.[5] Podemos hacerlo aquí. Disfrutemos de un largo verano de IA, no nos apresuremos a caer sin estar preparados.


Firman el escrito personajes como Yoshua Benigno, Director Científico de Mila, y profesor en la Universidad de Montreal, Stuart Rusell, profesor de Ciencia Computacional en Berkeley (CA) y director del Centro para Sistemas Inteligentes, Elon Musk, CEO de Tesla, Space X y Twitter, Steve Wozniak, Cofundador de Apple, Yuval Noha Harari, escritor y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalen, Emad Mostaque, CEO de Stability AI, y 2825 acreditados y prestigiosos firmantes mas.



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