El GP de Las Vegas de Fórmula 1 parece estar mas cerca del fracaso que del éxito para los organizadores

Luisondome

Recta principal del circuito de GP de Las Vegas

Desde que Liberty Media adquirió los derechos de explotación de la Fórmula 1, y se empeñó en organizar un Gran Premio de Fórmula 1 en medio de la ciudad de Las Vegas, todo lo referente a este Gran Premio, fue de mal a peor. Lo peor de todo, al menos para los europeos, fue la equivocación en la programación del evento, que llega hasta el punto de que la carrera es nocturna en Las Vegas. Comienza a las 22:00 del sábado, y por lo tanto es horario de madrugada en Europa, en el día en que no hay que madrugar para ir a trabajar. Dicho de otro modo, tiene un horario pésimo tanto para el aficionado local como para el que lo quiera seguir por televisión, y las audiencias apuntan a resentirse, y con ello se resentirán los ingresos por publicidad en las televisiones, y los del ingenioso ocurrente responsable de esta peregrina idea.

Además, a solo una semana del evento el precio de las entradas no para de bajar. De los 1.600 dólares que costaba la entrada más cara ha bajado hasta los 1.000, y las más baratas han pasado de casi 400 dólares a 150. Parece que los desorbitados precios para la carrera de Las Vegas no han tenido demasiado éxito y han afectado a la demanda de entradas.

Por otro lado, Liberty Media, la organizadora del evento, llegó a pedir 1.500 dólares por mesa a todos los restaurantes de la zona solo por ponerles una carrera frente a su negocio. Quien sabe a que precios se pagaría una hamburguesa. Puso a 1.000 dólares newletters que suelen ser gratuitas y llegó a ofrecer packs VIP por cinco millones de dólares con alojamiento, restaurante y balcón con vistas al circuito. Como si hubiera miles de jeques árabes dispuestos a pagar esa cantidad por verlo desde la primera fila.

Ahora andan rebajando las entradas en casi al 50%, y aunque es previsible que la realización televisiva que hace Liberty trate de ocultarlo, el Gran Premio de Las Vegas apunta a fracaso rotundo. Recordemos que se gastaron 240 millones de dólares solo en comprar el solar para los boxes en el pleno centro de la ciudad, y sabe Dios cuanto mas en otros conceptos concernientes al evento deportivo.

Pero no solo pierde el organizador, sino que también pierde el Gran Premio en si mismo, al desarrollarse la carrera en un circuito horrible con tres rectas gigantes y cuatro curvas simples, en los que puede que se duerman de aburrimiento los pilotos, y donde los asistentes deberán de abonar precios desorbitados por la entrada al recinto, perder sueño o dinero por dejar de jugar a la ruleta por los horarios lamentables, y con toda una ciudad en pie de guerra. Las Vegas puede ser el gran tortazo de la Fórmula 1.

Yo particularmente, como gran aficionado que soy a la Formula 1, lo veré en diferido al día siguiente. Pero no me quedaré despierto para ver a los bólidos correr por un circuito que solo tiene cuatro curvitas de nada.

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